Marisa enhebra 22 agujas en dos minutos
Cenero cierra sus fiestas con la tradicional competición, juegos y El Turruxón | Contrueces festejó con cordero y el toro mecánico mientras Vega optó por una gran paella y bailes regionales
JOSÉ LUIS RUIZ
GIJÓN.
Lunes, 26 de agosto 2019, 02:10
Contrueces amanecía ayer con lo que parecía una tamborrada y resultó ser 'solo' una tormenta que puso en pie a los que ya se había acostado y reanimó a los que aún seguían de fiesta. Entre truenos y charangas llegaron a la sesión vermú, que estrenaron el sábado y a la que le cogieron el gustillo. «Es una buena manera de abrir el apetito», aseguró el presidente de la comisión de fiestas, Eduardo Diéguez. Y apetito no les faltó para acabar con la ya tradicional corderada que prepararon «para al menos 120 personas con mucho hambre».
La fiesta de la espuma quedó un poco deslucida por la lluvia pero el toro mecánico, que llevaron por primera vez, volvió a subir los ánimos. «Como es gratuito y vale para niños, no para de subir gente. Pero enseguida salen despedidos», contó Diéguez entre risas. La noche fue el territorio de la orquesta Assia.
Noche de la Luz
Cenero comenzó ayer el día con tranquilidad, misa, festival folclórico y comida campestre. Ya por la tarde, juegos infantiles, con más de 50 niños y la estrella del día: el concurso de Aguja de Oro. 28 participantes se disputaron la victoria de este concurso que lleva celebrándose casi 20 años. La ganadora fue Marisa González, que logró enhebrar y anudar 22 agujas en dos minutos, Eva Díaz se hizo con el segundo puesto con 21, y Marta Fernández quedó tercera con 19. La Fiestona Eventos se hizo cargo de la última noche de las fiestas.
Vega vivió ayer su día grande. A las nueve de la mañana compitieron con los truenos a base de alborada y pasacalles con gaita y tambor para despertar a los pocos que seguían en horizontal tras la tormenta. La misa y procesión en honor a San Bartolomé de Vega dio pie a una sesión vermú muy especial. El grupo La Cruz de Ceares realizó una exhibición de bailes tradicionales en la barraca. El Vespa Club de Asturies también acudió a bordo de 'sus locos cacharros' para participar en la gran paella que compartieron «a cubierto por si acaso». El camino de la noche lo iluminó la verbena a cargo de BKV y el dj Dani Vieites. Una vez que anocheció, sobre las once, despidieron las fiestas con la Noche de la Luz, una tradición que viene de hace muchos años cuando una tormenta, como la de ayer, les dejó sin luz en plenas fiestas. «Entonces sacaron los candelabros y siguieron bailando», explicó Lorena Suárez, vicepresidenta de la comisión de fiestas. Anoche, mientras sonaba 'Asturias' de Víctor Manuel, el pueblo se iluminó con las bengalas de los vecinos y, el cielo, con fuegos artificiales.