Martín replica a los vecinos de Cimavilla: «Hay una pandemia y son dos minutos de rodeo en coche»

El concejal de Movilidad y Medio Ambiente, Aurelio Martín, se defendió ayer de las críticas a su plan de peatonalizaciones e implantación de ciclocarriles, que entran dentro de lo que él llama movilidad táctica, poniendo el foco en que se trata de medidas que buscan favorecer la distancia social y combatir los efectos de la crisis sanitaria. En la réplica a esas críticas estuvo especialmente contundente con las que se escucharon el pasado jueves en la protesta vecinal de Cimavilla que tuvo lugar frente a la Casa del Chino y que va a perpetuarse. «Hay una pandemia y hay que preguntarse si es que no vale la pena respetar la distancia social si, para crear más espacio, alguien tiene que dar un rodeo de dos minutos en coche», indicó en referencia a la peatonalización -de momento temporal- de Claudio Alvargonzález y del Tránsito de las Ballenas.

A propósito del anuncio de movilizaciones en el barrio alto, también recalcó que «el nivel de restricciones en cualquier casco histórico de otras ciudades españolas es infinitamente mayor». Puso como ejemplo de ciudades cercanas a Gijón los casos de Oviedo y León. «En la mayoría de cascos históricos no se permite aparcar ni circular y solo te dejan entrar por la línea más derecha a la plaza de garaje», expuso.

El concejal de IU en el equipo de gobierno también se defendió de los reproches de la oposición que le acusan de unilateralismo y falta de diálogo para consensuar las medidas con los vecinos afectados. En el caso de Cimavilla recordó que se reunió tres veces con la asociación vecinal Gigia y que su concejalía incorporó parte de sus propuestas como es el permitir el paso de vehículos de residentes por el Tránsito de las Ballenas en un horario limitado.

Para las peatonalizaciones en el entorno del Muro y en calles del centro aseguró que se reunió previamente con las respectivas asociaciones vecinales (La Arena y Jovellanos) para avanzarles las medidas, algo que también hizo con Poniente para la peatonalización de un tramo de Mariano Pola. Sin embargo, sí que reconoció, y lo considera además ahora un error, que no se reunió con nadie para una única peatonalización, la de la avenida de El Molinón, que permitirá ampliar el parque de Isabel la Católica.

«Las peatonalizaciones son tan criticadas cuando se hacen como veneradas cuando se disfrutan. Generan algunas incomodidades y a quienes les afecta no ven las ventajas hasta que las usan», defendió. En ese sentido, echó la vista atrás en el tiempo para recordar lo sucedido en Corrida y la avenida de Schulz, y animó a preguntar a vecinos y comerciantes «si estarían de acuerdo en devolver el tráfico» a esos ejes urbanos.

A aquellos grupos políticos que le tienen en el punto de mira por sus decisiones de movilidad asociadas a la lucha contra la pandemia, a lo largo de toda esta fase de desescalada, les retó a «decir con claridad si están en contra y si el Ayuntamiento se tiene que pasar por el arco de triunfo las recomendaciones de las autoridades sanitarias».

A los críticos con sus medidas también les recordó que Gijón, a la hora de combatir los efectos de la COVID-19, tiene dos problemas añadidos: una población envejecida y que es la quinta ciudad española con mayor densidad de población por kilómetro cuadrado, situación que se acusa más en los barrios del centro, La Arena y El Llano. Martín hizo todas estas reflexiones, según explicó, al hilo de una reunión reciente con un grupo de médicos y la dirección del Área Sanitaria V para analizar el impacto en la ciudad del coronavirus.

El concejal de Movilidad compareció ayer en el salón de recepciones junto a la subjefa provincial de Tráfico en Asturias, Marián Mallavibarrena, para presentar el lanzamiento de la campaña 'Muévete por el ciclocarril', que pretende favorecer la movilidad ciclista en la ciudad a lo largo de los 29 que se están implantando (de momento solo está el de la Costa) y nuevos tramos de carriles segregados para bicis como los de El Coto (General Suárez Valdés) y en Poniente (calle Mariano Pola). «Es una llamada a la convivencia, al respeto y la prudencia a la hora de movernos por la vía pública», anotó.

El edil vinculó el aumento de la siniestralidad en ciclistas a la «explosión el uso de la bicicleta» durante la desescalada. Y como argumento para la necesidad de seguir pacificando el tráfico en Gijón recordó los tres accidentes de coche recientes con heridos.

Por su parte, Mallavibarrena incidió en que los ciudadanos han redescubierto las ciudades durante el estado de alarma y no se resignan a que la 'nueva normalidad' «traiga congestión y atascos nuevamente».