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Emotivo reconocimiento a quienes «representan lo mejor de esta ciudad»
El CEPA recibió la Medalla de Oro de Gijón y la Fundación Alpe, Quiquilimón y Felisa Soria, las medallas de Plata
El Teatro Jovellanos albergó en la tarde de este miércoles un acto muy emotivo en el que el Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA), ... la Fundación Alpe Acondroplasia, la compañía teatral Quiquilimón y la mediadora en aspectos relacionados con la mujer Felisa Soria recibieron las medallas de Oro y Plata de Gijón. En varias ocasiones, los galardonados no pudieron evitar emocionarse al recibir la medalla y el diploma correspondiente, lo que fue respondido por un patio de butacas del coliseo gijonés prácticamente lleno con cerradas ovaciones. Y es que, como dijo la alcaldesa, Ana González, todos los distinguidos «representan lo mejor de esta ciudad».
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A la entrega de cada galardón le precedió un vídeo sobre la persona o entidad premiada y fueron los portavoces de los diferentes grupos municipales y la regidora los encargados de entregar las medallas y diplomas. Pero previamente, la secretaria municipal, Inmaculada Fernández, dio lectura al acta en el que se reflejaban las distinciones.
La alcaldesa reconoció que pocos actos como el vivido cada año el 29 de junio, con la entrega de estas medallas, «concentra de modo tan significativo y tan intenso todos esos sentimientos y emociones que son a la vez personales y colectivos». Recordó que las distinciones fueron producto del acuerdo de la Corporación Municipal y explicó que lo más valioso de los méritos de los distinguidos no es sólo cómo han encarnado la solidaridad, la empatía, la capacidad de aportar al bien común o la entrega a sus trabajo, sino también «la perseverancia, la coherencia, el compromiso diario a lo largo de los años y de décadas de ejercicio cotidiano y sostenido de buena ciudadanía, de trabajo bien hecho que se desborda en beneficio de todos». Y todo ello con el objetivo de «la construcción de una ciudad mejor».
Porque Ana González no quiso ocultar los difíciles momentos actuales, aunque aseguró que los «podremos superar uniendo nuestros esfuerzos para un proyecto común: Gijón. Gijón como un lugar bueno para vivir, un espacio de convivencia para encontrarnos las personas, donde éstas sean, seamos, lo realmente importante». Por eso, la alcaldesa resaltó que, a pesar de las diferencias que puedan existir, «nuestra ciudad sea un lugar de acogida, en el que se valore lo que hace todo el mundo, incluso quienes piensen diferentes, sin insultos, sin mentiras».
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Por el Centro de Educación de Personas Adultas recogieron la Medalla de Oro su directora, Julia Magdalena, y la alumna Lorena Aller. La Medalla de Plata de la Fundación Alpe Acondroplasia fue recogida por su presidenta, Carmen Alonso, y el secretario, Ángel del Río, mientras que por parte de Quiquilimón fueron sus fundadores Rosa Garnacho y Chus Casado. Felisa Soria la recogió a título individual. Pero la alcaldesa quiso resaltar que estas cuatro distinciones hace «una ciudad más igualitaria, más inclusiva, más culta y más formada». Es más, remarcó que los valores que todos los premiados representan «están interconectados» y apuntó que «juntas dibujan una constelación que orienta la ciudad que ya somos hacia la ciudad que queremos ser aún más». Y tuvo claro Ana González al asegurar que «las medallas y los méritos son vuestros, pero los premiados somos todos, porque sois un premio para Gijón».
Fotografías y música
En el momento de la entrega de las medallas y los diplomas, se proyectó en el Jovellanos un vídeo de cada uno de los galardonados con fotografías que recorrían su historia. Además, se acompañaba de una canción al uso. Para Felisa Soria fue elegida 'Antipatriarca', de Ana Tijoux; para Quiquilimón, 'De mayor', de Bumbury; para la Fundación Alpe, 'Bien alta la mirada', de Amaral, y para el Centro de Educación de Personas Adultas, 'Nunca es tarde', de Manolo García.
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La sociedad gijonesa se vuelca en agradecer el trabajo de los suyos
Los galardonados con los honores y distinciones de la ciudad no se sintieron solos en ningún momento. La sociedad gijonesa se volcó este miércoles a la hora de agradecer toda su trayectoria. Los miembros de la Corporación Municipal ocuparon las primeras filas del patio de butacas del Teatro Jovellanos, pero hubo muchas personas más, como antiguos distinguidos con la medalla de la ciudad, como Covadonga Sánchez, presidenta de la Asociación de Escritores Nóveles, y Luis Manuel Flórez 'Floro', quien fuera presidente de Proyecto Hombre.
No quisieron perderse la cita el exconsejero Faustino Blanco; Blanca Cañedo, de Mar de Niebla; Lara Martínez, gerente de Divertia, la exconcejala del PP Pilar Fernández Pardo, el exedil de Xixón Sí Puede Mario Suárez del Fueyo; el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre, Faustino Valdés, y el todavía presidente del Rotary Club, Mariano Marín.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estuvieron representados por Alberto Aguilera, comandante de la Guardia Civil de Gijón, y Dámaso Colunga, comisario de la Policía Nacional de Gijón, mientras que por parte de la Armada Española estuvo el comandante naval, Luis Vicente Márquez.
Representantes de todos los estamentos de la sociedad quisieron estar presentes en esta cita, incluido el Sporting, con su responsable de relaciones institucionales, Joaquín Alonso, a la cabeza. Pero también acudieron Soledad Lafuente, presidenta de la Asociación de Vecinos de Somió; Luis Rubio, presidente del Ateneo Jovellanos, y Monchu García, secretario general de la Agrupación Socialista de Gijón.
Pero sin duda la representación más numerosa fue la de antiguos integrantes de la compañía de teatro Quiquilimón, miembros de la Fundación Alpe Acondroplasia y alumnos y profesores del Centro de Educación de Personas Adultas, así como muchas representantes del feminismo local arropando a Felisa Soria.
Todos los premiados se emocionaron en sus intervenciones. Felisa Soria lo sufrió cuando recordó a sus padres, Francisco y Agustina, o a sus compañeras en la Oficina de Políticas de Igualdad: Belén, Eva, Nuria, Vito, Lorena, Natalia, Sandra y Patri. A Carmen Alonso, presidenta de la Fundación Alpe, le tembló la voz cuando aseguró que «los momentos más hermosos merecen ser compartidos» y afirmó que «compartir es vivir». Rosa Garnacho y Chus Casado quisieron recordar a quienes están pero, sobre todo, a los que ya no están y a sus familias, al tiempo que desvelaron de dónde venía el nombre de Quiquilimón, que era un muñeco de barro guardado en una caja como un tesoro. Y Julia Magdalena mostró el firme «compromiso» en conseguir las metas del CEPA y del que «les queremos hacer ahora testigos a todos y cada uno de ustedes».
Desde el patio de butacas se devolvió con creces todo el cariño que los premiados transmitieron desde el escenario, pues se vitorearon con especial afluencia los momentos en los que los premiados recogían las medallas y los diplomas. Pero ello no quitó un ápice de ceremoniosidad a un acto que terminó con público, autoridades y premiados puestos en pie entonando el himno de Asturias. Posteriormente, como no puede ser de otra manera, se hizo una fotografía de familia que quedará para la historia de los honores y distinciones de Gijón.
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