«Nos queda un gran camino que recorrer y seguiremos aún con más ilusión»

'Nunca es tarde para echarse a la calle / Nunca es tarde para el asombro', canta Manolo García en la canción que sonó ayer en el Teatro Jovellanos mientras se proyectaban imágenes de orgullosos alumnos, de dedicados docentes, de viajes de estudios y entregas de premios de buenas prácticas educativas. Precisamente esa premisa, la de que nunca es tarde para reinventarse, para formarse, para volver a empezar es a la que se consagra el CEPA, premiado por «trabajar intensamente no solo en la formación de las personas a lo largo de toda su vida o en la formación y recuperación de oportunidades para jóvenes que han abandonado sus estudios, sino muy especialmente en la formación de mujeres».

«Es un placer y un honor estar aquí recogiendo este galardón al centro por su contribución durante 40 años al aprendizaje a lo largo de la vida a favor de quienes más lo necesitan, entre otros, jóvenes sin estudios y mujeres», aseguró Julia Magdalena. «Queremos agradecer a la alcaldesa de Gijón, así como a los representantes municipales, este reconocimiento a nuestro centro, a su apuesta por la educación permanente, la igualdad de oportunidades y el progreso social».

Acompañada de Lorena Aller Fernández, alumna y representante del consejo escolar, la directora puso en valor «el trabajo de todas y cada una de las personas que han formado parte de nuestra comunidad educativa durante estas cuatro décadas, la colaboración mantenida con el tejido asociativo de nuestra ciudad y, cómo no, el apoyo de las diferentes instituciones y organismos oficiales que han cooperado con la educación de personas adultas en Gijón y en sus concejos limítrofes de Carreño y Villaviciosa». Prueba de «todo un esfuerzo colectivo que nos ha llevado a estar hoy aquí». Actualmente, el centro cuenta con 31 profesores, dos administrativos y dos encargados de la limpieza.

Julia Magdalena recalcó durante su intervención que «todas las personas somos consumidoras potenciales de formación». Por ello, añadió con seguridad que «al Centro de Educación de Personas Adultas le queda un gran camino por recorrer, que seguiremos desarrollando, aún con más ilusión si cabe, en favor de nuestro alumnado, verdadero protagonista de nuestras acciones».

La concesión de la Medalla de Oro de la Villa «estimulará el compromiso por la consecución de nuestros objetivos. Este compromiso queremos compartirlo con todos y cada uno de ustedes, haciéndoles testigos. Muchísimas gracias», agradeció la directora de esta escuela de formación profesional y humana.