«El médico no solo está para curar, sino también para acompañar al enfermo»
«En un futuro llevaremos chips bajo la piel. ¿Será ético? Pues habrá que regularlo bajo la premisa de que el ser humano está por encima de la sociedad y la ciencia»
En plena pandemia, Manuel Vallina-Victorero (Oviedo, 1963), jefe de sección de Cirugía Vascular del Hospital de Cabueñes y presidente de la Comisión de Investigación ... del Área V, se presentó voluntario para trabajar en el hospital habilitado en la Feria para pacientes covid. «Fue la mejor experiencia de mi vida, un baño de humanidad», revela. Ahora, este médico, que se formó en el antiguo Hospital General de Oviedo y que confiesa ser «socio del Sporting», ha sido nombrado presidente de la Comisión de Ética de la Investigación con Medicamentos de Asturias. Sustituirá a Gonzalo Solís y hará equipo con Pablo Herrero, médico de Urgencias del HUCA.
-¿Qué labor realiza esta comisión?
-Es una comisión integrada por profesionales de varios ámbitos que busca garantizar la corrección de los aspectos metodológicos, éticos y legales de las investigaciones que se hagan con seres humanos o con productos biológicos procedentes de personas.
-En la práctica, ¿qué supone?
-Por ejemplo, si un profesional o grupo de profesionales quiere probar un fármaco o un producto determinado deberá justificar y explicar paso a paso cómo lo hará, cuántas personas participarán, qué método empleará, etcétera. Sin olvidarnos de otro aspecto fundamental que es reflejar que los participantes han sido informados y que consienten.
-Por esta comisión, ¿deben pasar todas las investigaciones?
-Sí, todas las que se hagan con seres humanos y productos biológicos.
-¿Cuántas reciben al año?
-Bastante, del orden de las mil.
-La pandemia obligó a poner el acelerador al máximo. Hubo investigaciones que se tuvieron que hacer sin seguir estos procedimientos, ¿verdad?
-En algunos aspectos hubo que primar la celeridad para poder contar, por ejemplo, con las vacunas con las que estamos frenando la covid. No obstante, muchas revistas científicas se están retractando en artículos ya publicados y poniendo un poco de orden.
-¿Se investiga lo suficiente?
-Para nosotros nunca es suficiente porque a los investigadores nos gustaría hacer mucho más. Pero Asturias tiene un alto nivel de investigación que se reforzó e impulsó con la llegada del ISPA.
-¿En el Área V, también?
-Si, en nuestra área hay muy buena investigación. Tenemos grupos potentes en hematología, cardiología, análisis clínicos, urología, neurología, endocrinología, traumatología, por citar algunos.
-¿Cuál es el peso del Área V? Se lo pregunto porque tradicionalmente muchos recursos se centralizan en Oviedo y eso suele causar resquemor en Gijón.
-El peso del Área V es cada vez mayor. La Finba y el ISPA están apoyando a grupos de investigación de toda la región. Es cierto que Oviedo tiene un hospital de las dimensiones del HUCA y es muy potente para hacer investigación básica. Pero Gijón tiene otras fortalezas como su Atención Primaria, que es espectacular y semillero de investigación.
-¿Por qué eligió ser médico?
-Siempre lo entendí como una profesión de servicio. El problema es que ahora como está súper especializada a veces se pierde esa perspectiva.
-En plena pandemia se fue como médico voluntario al hospital de covid de la Feria, ¿por qué?
-En los primeros meses de pandemia la actividad quirúrgica bajó mucho y había servicios como medicina interna o neumología que estaban saturados. Quise echar una mano y me presenté voluntario. Estuve cinco meses.
-¿Y qué tal?
-Fue una de las mejores decisiones de mi vida. El trabajo fue duro pero el ambiente laboral era maravilloso. Estar en el hospital de la Feria atendiendo pacientes covid me hizo recuperar la vocación que me llevó a elegir la medicina, porque los médicos no solo estamos para curar sino también para cuidar, para acompañar al enfermo. Fue un baño de humanización.
-Llevamos dos años de pandemia, ¿lo hicimos bien?
-Uy, qué pregunta más complicada. Creo que la gente a la que le tocó estar en cargos de responsabilidad hizo lo que pudo y lo que consideró mejor en cada momento. No nos olvidemos que al principio no sabíamos a que nos enfrentábamos. Hubo que tomar decisiones muy difíciles sobre la marcha. En Asturias tuvimos mucha suerte con Rafa Cofiño y todo su equipo, no fuimos la comunidad que peor lo pasó.
-Llegó a Cabueñes en marzo de 2003 junto al jefe de servicio Javier Álvarez para montar el área de Cirugía Vascular. ¿Cómo era aquel servicio y cómo es ahora?
-El cambio y la evolución han sido brutales. Empezamos siendo apenas dos especialistas y ahora somos diez en plantilla, más los residentes, la enfermería, los recursos tecnológicos. Tuvimos el primer quirófano híbrido de la región y ahora estamos trabajando para incorporar otro. En este sentido, tengo que reconocer el apoyo de la gerencia en todos los proyectos que presentamos.
Ampliación del hospital
-¿Cómo será la evolución tecnológica en su área?
-Ahora mismo el mayor handicap en radiología vascular es la radiación. Hay que conseguir un sistema de imagen que no radie. -¿Llegaremos a llevar chips bajo la piel para pagar en restaurantes o con datos médicos?
-Seguro, eso no tardará.
-¿Serán éticos?
-Bueno, habrá que regularlo. Es un debate muy interesante sobre libertad individual y autonomía. El principio ético dice que la persona está por encima de la sociedad y el conocimiento científico.
-El Hospital de Cabueñes se enfrenta a un cambio mayúsculo con su ampliación. ¿Cómo lo visualiza?
-Cabueñes necesitaba una renovación urgente, tanto de espacios como de tecnología y recursos. La ampliación traerá muchas más cosas: habrá más investigación y un área potente de docencia.
-Imposible no preguntar por la guerra de Rusia y su invasión a Ucrania.
-No tengo idea de geopolítica, pero me parece inadmisible e imperdonable la invasión de Ucrania. El uso de armas contra seres humanos es absolutamente condenable, causan muerte, sufrimiento y destrucción, es inhumano. Es contrario a razón que no hayamos aprendido nada de la historia y que en pleno siglo XXI se mantengan abiertas guerras en Siria, en África y en otros lugares, ahora en Ucrania. El cauce para la resolución de los conflictos es la diplomacia. Creo que la humanidad debe hacer una reflexión seria y emprender ya y de forma decidida todas las iniciativas necesarias para que cese ya la guerra.
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