Muere a los 84 años Isidoro Cortina, jefe de la Policía Local entre 1969 y 2001

Se jubiló hace casi veinte años como jefe de la Policía Local de Gijón, después de tres décadas en el cargo, pero las inquietudes de Isidoro Cortina del Frade trascendían la figura del funcionario municipal. Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y doctorado por la de Navarra -en la que además dio clases de Medicina Legal-, durante toda su vida se entregó en cuerpo y alma al estudio de la historia regional en general y gijonesa en particular, pasión que combinaba con otras disciplinas artísticas, como la música, especialmente la ópera -durante un tiempo escribió críticas de música en este periódico- y la fotografía.

A todas partes iba Cortina con su cámara de fotos, con la que llevó a cabo un ingente trabajo de documentación. Por miles se cuentan las imágenes que componen su archivo fotográfico. Documentó fotográficamente la vida cotidiana de Gijón, de sus rincones, de su riqueza artística, arquitectónica o arqueológica. También a muchos de sus personajes. Pero no solo. Sus miras trascendieron los límites del municipio. Discípulo y amigo del Padre Patac, cuando este falleció en 2002 el propio Cortina recordaba que juntos habían fotografiado «todos los rincones de Asturias, capitel por capitel, casa por casa, prau por prau».

Buena parte de esa intensa labor cultural que desarrolló durante toda su vida la llevó a cabo como miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea), en el que ingresó el 20 de marzo de 1980 y del que fue miembro de número permanente hasta que, en 2012, una vez cumplidos los 75 años, se convirtió en emérito. Su discurso de ingreso, que se publicaría un año después, llevaba por título 'Catálogo histórico de Gijón: San Julián de Lavandera de Gijón, San Juan de Fano y Santa Eulalia de Baldornón'.

Una vida intensa la de Cortina Frade -nacido en Pría de Llanes en 1936, aunque criado en Gijón- a la que la enfermedad puso fin la madrugada del lunes. Tenía 84 años. Casado con Margarita Pescador, conocida soprano local, el matrimonio tuvo tres hijos varones: Santiago, Pelayo y Miguel.

Aunque sus restos fueron trasladados ayer al tanatorio de Cabueñes, la familia optó por no recibir a los cientos de personas que hubieran acudido a darles el pésame en persona. La coyuntura sanitaria fue el motivo. Entre quienes pasaron brevemente por el tanatorio, se encontraban Alejandro Gallo, actual jefe de la Policía Local, o el presidente de la hermandad de veteranos de la Policía Local, Jorge Mario Fernández Blanco, para quien «fue un placer servir bajo su mando».

Begoña Huergo, que asumió la concejalía de Seguridad Ciudadana precisamente en los últimos años de Cortina como jefe del cuerpo, recordaba ayer que este «tenía muy claro el papel que le correspondía. Para él, una persona recta, honesta y leal con la institución, el deber estaba por encima de todo. Quería mucho a la plantilla. Ante mí, siempre los defendió, aunque luego tuviese que ser muy riguroso en las órdenes que daba».

Hijo de un conocido juez, del que heredó el nombre y que ejerció en Gijón durante cuarenta años, Isidoro Cortina asumió el cargo de jefe de la Policía Local en 1969, tras obtener la mejor nota en el concurso-oposición convocado. En ese momento, era inspector del Cuerpo General de Policía y desempeñaba la titularidad del Gabinete Provincial de Identificación Criminal de Navarra desde 1963.

Con la llegada de la democracia y del PSOE a la Alcaldía de Gijón, el gobierno local quiso retirarle de sus funciones colocando por encima a otro responsable, decisión que recurrió ante los tribunales hasta ver restituidos sus derechos. Se jubiló a finales del año 2001. Apenas dos meses antes había recibido la Cruz del Mérito Policial con distintivo blanco, una condecoración que impone el Cuerpo Nacional de Policía.

De sus verdaderas pasiones nunca se retiró. La música, la historia, la fotografía siguieron acompañándole cada día. En el Ridea fue de los miembros más activos e implicados, recordaba ayer su director, Ramón Rodríguez. «Asistía a las reuniones, aportaba su opinión y proponía. Era una persona muy entregada a la labor que tenía encomendada». En lo personal, «teníamos una magnífica relación. Era de una cordialidad extraordinaria, de una altísima calidad humana y siempre volcado en ayudar a los demás», indicó.

Rasgos de un carácter y una personalidad que también fueron señalados por la exedil socialista Begoña Huergo. «Me ayudó mucho al llegar a la concejalía de Seguridad Ciudadana, un terreno totalmente nuevo para mí. Siempre lo recordaré como una buena persona de la que aprendí muchísimo», le agradeció.

El nombre de Isidoro Cortina Frade fue mencionado ayer hasta en el Congreso de los Diputados. El representante de Foro Asturias en la Cámara Baja, Isidro Martínez Oblanca, inició su intervención en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana recordando a «un gijonés cuyo amor por su ciudad y su compromiso con la cultura ha sido un gran ejemplo para muchos».

El funeral tendrá lugar esta tarde, a las cuatro, en la iglesia parroquial de la Asunción. Después, sus restos serán trasladados al cementerio de Fano, donde recibirán sepultura.