Una mujer de 51 años denuncia un secuestro en Gijón en plena calle

La Guardia Civil investiga la denuncia interpuesta por una mujer de 51 años que supuestamente fue secuestrada por un hombre en La Calzada cuando detuvo su coche en un semáforo de la avenida de Príncipe de Asturias. Según la versión de la denunciante, los hechos ocurrieron poco antes de las seis de la tarde cuando paró la marcha de su vehículo ante un semáforo en rojo y un hombre armado con una navaja se le coló en el asiento del copiloto. La obligó a conducir hasta un descampado de la zona Oeste, que ella no supo ubicar porque no conoce bien la ciudad. Reside en Infiesto, pero se había desplazado a Gijón para visitar a su padre que está ingresado en el Hospital de Jove.

Una vez en dicho descampado, el hombre la habría amenazado y obligado a sentarse en el asiento del copiloto, al tiempo que le tapaba los ojos con una tela para que no pudiera ver hacia donde la llevaba. Según su testimonio, tenía acento latinoamericano y no lo había visto nunca antes.

El individuo habría conducido durante aproximadamente media hora, hasta llegar a otro solar de Ribera de Arriba en el que le quitó la banda de los ojos y le dijo que volviese a situarse en el asiento del piloto. Todo esto, según queda reflejado en la denuncia, mientras seguía amenazándola con un arma blanca.

A continuación, sacó una cuerda y la ató al volante fuertemente para que no se pudiera escapar. La mujer asegura que el presunto secuestrador le pidió la clave de su teléfono móvil para poder acceder a su agenda de teléfono y buscó el número de su hija «para que se despidiese de ella». A continuación huyó, dejándola allí sola.

Los familiares alertaron a la Guardia Civil y, tiempo después, tras poder ubicar el terreno en el que encontraba, localizaron a la mujer dentro del coche, atada con una cuerda y muy nerviosa. No presentaba lesiones y fue trasladada al cuartel de la Benemérita, donde permaneció hasta bien entrada la madrugada, relatando a los agentes el secuestro del que, supuestamente, había sido objeto en el barrio gijonés de La Calzada.

El Servicio de Criminalística de la Guardia Civil analiza el vehículo de la denunciante en busca de pruebas de indicios que arrojen luz al caso y permitan identificar al supuesto secuestrador, que habría actuado a cara descubierta.

La mujer aseguró ante los guardias que le tomaron declaración que el hombre ni le pidió dinero, por si pudiera ser un robo, ni la agredió sexualmente. Su versión apunta a desavenencias previas con un familiar que, presuntamente, podría estar relacionado con lo ocurrido.

La Guardia Civil trata ahora de esclarecer el episodio y determinar si se produjo el secuestro y, de ser así, quién está detrás del acto delictivo.