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Reunión con los grupos municipales para presentar la propuesta para el Muro. JUAN CARLOS TUERO
El Muro no tendrá aparcamientos, el 'cascayu' será zona verde y la acera alcanzará seis metros

El Muro no tendrá aparcamientos, el 'cascayu' será zona verde y la acera alcanzará seis metros

El Ayuntamiento de Gijón prevé mantener un solo sentido en una plataforma única de dos carriles e iniciar la obra a finales de año

IVÁN VILLAR

GIJÓN.

Sábado, 29 de enero 2022, 01:13

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Un «corredor verde» que dé continuidad hacia el centro a la reformada avenida de El Molinón y que, en lo que respecta al tráfico, pueda adaptarse sin necesidad de obras adicionales a lo que en cada momento decida el Ayuntamiento. Es la propuesta que el equipo de gobierno presentó ayer a los grupos municipales para la reforma del Muro y que en marzo pretende plasmar en un anteproyecto en el que también se definan ya el presupuesto necesario para acometer la transformación de toda esta fachada marítima y en cuántas fases podría desarrollarse la obra. En una primera estimación «optimista», el concejal de Obras Públicas, Olmo Ron, habló de una actuación que podría prolongarse «un año y medio o dos», con el objetivo de arrancar ya a finales de este mismo ejercicio. Independientemente de la nueva configuración que se pretende para todo este espacio, el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, sí dejó claro que mientras se mantenga la actual mayoría política los coches seguirán circulando en un único sentido, además de ver reducida su velocidad de los 30 kilómetros por hora actuales a tan solo 20, en un espacio que será de coexistencia con los peatones.

A lo ancho, la intervención irá desde la misma fachada de los edificios hasta las pérgolas, dejando intacta la parte tradicional del paseo, «que tiene un importante valor histórico y sentimental». Sí se prevé en cualquier caso aprovechar la reforma para mejorar la accesibilidad a la playa, teniendo en cuenta que la mayoría de las escaleras tienen una doble entrada al arenal y por tanto en uno de sus lados podrían habilitarse nuevas rampas. A lo largo, la reforma abarcará desde el Ayuntamiento hasta El Rinconín, por lo que no solo transformará la avenida de Rufo García Rendueles, sino también la de José García Bernardo, «que es la zona más soleada y la más amable para pasear».

De acuerdo con el diseño en el que trabajan los técnicos municipales, la acera situada del lado de los edificios crecerá hasta alcanzar en todos sus puntos los seis metros de anchura, lo que a su vez conllevará la supresión de unas 80 plazas de aparcamiento. Esta ampliación permitirá potenciar la actividad de los locales comerciales y de hostelería de la zona, con la previsible instalación de terrazas fijas y cerradas que potencien su uso también fuera de la temporada estival.

La intervención abarcará desde el Ayuntamiento hasta El Rinconín y también transformará José García Bernardo

Un gesto de «generosidad»

Junto a la acera habría un vial con formato de plataforma única -al mismo nivel que la zona peatonal, al estilo de las que existen en calles como San Antonio y Santa Elena- con una anchura de entre 5,5 y 6 metros, suficiente como para albergar dos carriles de circulación y por tanto recuperar el doble sentido. Ocuparía aproximadamente el tramo de calzada que sigue abierto para los coches y el carril bici, llegando hasta el extremo de la mediana. Y aunque la intención del actual equipo de gobierno es que el tráfico siga limitado a un único carril en sentido hacia el Piles, «el proyecto que vamos a realizar no encorsetará futuras decisiones del Ayuntamiento».

Olmo Ron apuntó que «si en el futuro se tiene necesidad de poner doble sentido, este vial podría soportarlo. Y si se decide seguir con el sentido único o incluso ir a una peatonalización completa, con un carril solo para servicios de emergencia y acceso a los vados, también serviría». Y Aurelio Martín habló de hecho de un gesto de «generosidad» con las futuras corporaciones, «que podrán desarrollar sobre este espacio la alternativa que consideren». «Lo que pretendemos es que cualquiera se pueda sentir identificado con la reforma, sea cual sea su posición sobre el tráfico». El concejal avanzó no obstante que el Plan de Movilidad que se presentará en las próximas semanas «coincide en su filosofía con el que aprobó el pasado mandato por unanimidad el Foro de la Movilidad, que definía toda la zona del Muro y buena parte del centro como un 'área de prioridad no motorizada' en la que planteaba la eliminación de tráficos transversales».

Martín recordó que en la última reunión sobre el Muro ya puso sobre la mesa un estudio «que demuestra que no es necesario recuperar ningún doble sentido y que en la avenida de la Costa no hay ninguna saturación. En agosto ir de Castilla a Begoña solo lleva dos minutos más y en octubre, un minuto y medio». Añadió que en Costa «la intensidad media diaria es de 300 coches menos que en Constitución e inferior a la de ejes viarios de otras ciudades» e indicó que el Plan de Movilidad también «ofrecerá nuevas alternativas» de desplazamiento hacia el centro distintas a la avenida de la Costa, «pero estarán situadas al sur, no al norte de ella. Porque no es que queramos menos coches en el Muro, queremos menos coches en todo el centro».

Sin obras en verano

Entre la plataforma única y la zona tradicional de paseo, el 'cascayu' y la actual mediana serán sustituidos por una gran zona verde en la que se pretende dar cabida a muchos de los usos que los ciudadanos han venido dando a este espacio desde la retirada de los coches. «Es donde la gente hace deporte y donde los niños juegan y patinan. Y esas cuestiones habrá que tenerlas en cuenta a la hora de redactar el proyecto», indicó Ron. Por eso, la «naturalización» de esta franja se combinará, tal y como adelantó EL COMERCIO, con la generación de zonas de estancia, de juego y de práctica deportiva. También irá ahí el carril bici, que discurrirá en paralelo al vial para coches «pero un poco más separado» que el actual.

Corrientes de aire

El concejal de Obras Públicas indicó que como paso previo a la redacción del anteproyecto los técnicos municipales siguen trabajando en levantamientos topográficos para analizar las diferentes secciones y cotas, las sombras e incluso «las corrientes de aire que hay en las calles perpendiculares y que también queremos intentar resolver o aminorar».

Añadió que «hay algunos puntos críticos donde tendremos que ser imaginativos», como el estrechamiento que hay en el martillo de Capua o el menor espacio peatonal en el puente del Piles. En lo que respecta al Rinconín, también se busca ganar espacio peatonal, lo que podría conllevar reducir el tráfico a un carril. «Está por definir», indicó. Sí se comprometió a que en la programación de obras en el Muro se tendrá en cuenta la necesidad de que «no haya actuaciones durante el verano» para no afectar a la playa en la época de más uso y turismo.

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