Un objeto olvidado por el violador del parque fluvial de Gijón fue la clave para su detención

La Policía Nacional llegó al presunto violador del parque fluvial por una pertenencia que éste habría dejado olvidada en el lugar en el que atacó a la mujer de 40 años el pasado lunes por la mañana. La Policía Científica habría conseguido identificar al sospechoso por evidencias depositadas en ese objeto, al cotejarlas con los delincuentes sexuales fichados en las bases de datos del Ministerio de Interior.

De esa forma, los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) pudieron avanzar rápidamente en las investigaciones a falta de la llegada de los resultados de los restos de ADN que el atacante pudo haber dejado en el cuerpo de la víctima.

J. M. S., de 60 años, cumplió catorce años de cárcel por otras agresiones sexuales cometidas en Gijón y Avilés a finales de la década de los 80 y principio de los 90. Salió de la cárcel en 2004 y desde entonces vivía con sus progenitores -de edad muy avanzada- en el domicilio familiar de El Coto. Carece de trabajo y pese a que en los últimos quince años no le consta ninguna detención, los investigadores tratan ahora de determinar si pudo haber cometido algún otro ataque sexual durante ese periodo.

El individuo fue localizado por los agentes en Pumarín, al mediodía del sábado. Estaba en la calle junto a un amigo y portaba dos bolsas con ropa. Llevaba varios sin pasar por el edificio en el que vivía, vigilado por la Policía desde que el jueves pudo ser identificado como principal sospechoso de la violación sufrida por la mujer que había salido a practicar deporte por la senda fluvial.

Los investigadores descartan que el agresor sexual tuviera relación alguna con la víctima. Como en sus anteriores ataques, habría seleccionado al azar a su objetivo. El lunes por la mañana, a las 7, cuando aún faltaba media hora para amanecer, esperó a la mujer agazapado tras unos árboles en el área recreativa ubicada entre La Coría y la carretera de Granda. Llevaba oculto el rostro con un pasamontañas y utilizó guantes para evitar dejar huellas, un extremo, que a tenor del transcurso de las investigaciones, no habría conseguido.

Está previsto que a lo largo de la mañana de hoy el arrestado pase a disposición del juzgado de guardia. Tanto durante el registro domiciliario practicado el sábado como durante todo el tiempo que permaneció en las dependencias policiales, guardó silencio.

La Unidad de Familia y Mujer (UFAM) pondrá en conocimiento del juez de guardia el informe con las pruebas que pesan sobre J. M. S. y que respaldan su detención. A esas evidencias se sumarán los resultados de los restos biológicos enviados a analizar a los laboratorios centrales y que aún están pendientes. La mujer está siendo asistida desde el primer momento por el Centro de Atención a Víctimas de Agresión Sexual y Maltrato (Cavasym).