La oposición, cansada de «promesas incumplidas», pide «información»

Solo el PSOE tiene una perspectiva algo diferente, pues su portavoz, Luis Manuel Flórez 'Floro', reconoció que «es una obra muy compleja a la que concurren muchas empresas y no nos puede extrañar que la dificultad de la tramitación requiera de un plazo de un mes adicional para estudiar todas las ofertas presentadas». No obstante, dejó claro que «el Ministerio de Transportes y Movilidad está implicado en el proyecto y, en cualquier caso, esto significa que estamos avanzando dentro de un proceso lógico». Pero al mismo tiempo aseguró que estarán «muy atentos, porque sólo hay una cuestión comparable al nivel de complejidad del vial: la importancia que tiene para Gijón».

El portavoz de IU, Javier Suárez Llana, es de los que habla del «hartazgo», pero lo achaca no a un mes de retraso sino a «la percepción de improvisación constante que genera la actuación del ministerio. Eso y la falta de transparencia hacen que cada retraso parezca una excusa». La coalición reclama que se cree una comisión tripartita en la que se sienten Consistorio, Principado y Ministerio de Transportes con el objetivo de «hacer un seguimiento constante y un control de los plazos». Pero advierte de que se ha de hacer «no sólo del vial de Jove, sino del resto de infraestructuras estatales que siguen pendientes en nuestra ciudad». Suárez Llana consideró que las administraciones local y regional se han de hacer fuertes, porque «las relaciones del ministerio con Gijón no pueden seguir siendo un mero trámite». Por ello, apunta: «Exigimos una implicación real que empiece por la información y la transparencia y que siga por cumplir los compromisos adquiridos». Aunque en el otro extremo del ideario político, en Vox también se tiene una sensación similar. Su portavoz, Sara Álvarez Rouco, dice no entender la actitud del Ministerio de Transportes, ya que «para ellos todo se reduce a aplazar y retrasar». Lamentó que Óscar Puente siga la línea de Raquel Sánchez, quien «dejó todo en el aire cuando cesó en el cargo para que el ministro siga ninguneándonos». Habló as su vez sobre una relación con la ciudad de «oscurantismo y aplazamientos. En Gijón siempre estamos igual. Los proyectos existen para retrasarlos, no para ejecutarlos, y esto no puede ser. Nos toman a broma».

Lamentó Álvarez Rouco que con estos casi 20 años de retraso en la actuación «la zona oeste sobrevive malamente a la contaminación, así que ya es hora de cambiar. La alcaldesa tiene la responsabilidad de presentar una protesta formal y reclamar soluciones al Partido Socialista».

Olaya Suárez, portavoz de Podemos, consideró que «en Gijón sabemos mucho de proyectos pendientes y promesas incumplidas, pero en este caso no solo entra en juego la movilidad, elemento clave de cualquier ciudad, sino también la salud». Rechazó que continúen circulando más de mil camiones por el barrio de La Calzada para conectar con el puerto de El Musel y remarcó que «es una vergüenza escuchar promesas en cada campaña electoral que después no se materializan en nada». Por eso, se pregunta si «¿en 2027 volverán a prometernos lo mismo? Hay que tener la cara muy dura, pero a nadie le sorprende ya».

También hay mucha preocupación en los conservacionistas. Es el caso de Ecoloxistes n'Aición d'Asturies, cuyo portavoz, Paco Ramos, indicó que les parece «una pésima noticia. Una vez más vemos cómo todos los planes y acuerdos para avanzar en la lucha contra la contaminación se van retrasando y nunca se termina de ver su aplicación». Recordó que se expropiaron terrenos a los vecinos y que «¡después se extrañan del enfado de la ciudadanía!».