La oposición duda de que algunas medidas puedan aplicarse a corto plazo
Critica la falta de participación del Foro de la Movilidad y reclama que en su redacción final se busque el consenso
I. V.
GIJÓN.
Viernes, 24 de enero 2020, 01:41
Los grupos de la oposición mostraron ayer sus dudas sobre la aplicación de las medidas recogidas en el borrador de la ordenanza de movilidad, al tiempo que criticaron la falta de participación en su redacción por parte de organismos como el Foro de la Movilidad.
El portavoz de Ciudadanos, José Carlos Fernández Sarasola, indicó que si bien su partido «comparte el objetivo de regular cuestiones que no venían recogidos en la ordenanza actual, como los problemas de contaminación y las nuevas formas de movilidad», muchas de las medidas que recoge el documento «solo se podrán llevar a cabo a medio plazo». Consideró «demasiado drásticos» algunos de los aspectos que trata, «no teniendo por qué ser Gijón la primera ciudad en aplicarlos, sin tener una experiencia previa en otros lugares».
Pelayo Barcia, de Foro, calificó de «globo sonda» medidas como la restricción de accesos sin etiqueta ambiental a partir de 2025. «No se van a atrever a aplicarlo, y en todo caso podrían empezar a hacer pruebas antes». Se preguntó si los vehículos que no puedan circular por la ciudad «seguirán pagando el impuesto de circulación» y añadió que, en cualquier caso, «quitar coches en el centro no soluciona el problema de contaminación de la zona oeste».
Para Ángeles Fernández-Ahúja, del PP, el documento «incide en exceso en el aspecto sancionador». Advirtió además de que las restricciones medioambientales «penalizan en un porcentaje muy elevado a quien no tiene medios para adquirir otro vehículo». Podemos-Equo sí ve «positivas» las medidas «enfocadas a la sostenibilidad», aunque reclama apostar más «por el peatón como eje central de la movilidad». Su edil Laura Tuero duda de la división de la ORA en cuatro zonas y no en tres y pide que el texto definitivo sea «de consenso». Y Eladio de la Concha, de Vox, ve una «criminalización del turismo particular» y critica que Gijón avance «hacia tesis ecocomunistas».