Oviedo no tendrá su nuevo stand si se mantiene el hospital del Sespa

La celebración de la Feria en medio de un erial de festejos y con la actividad económica a menos de medio gas sería, sería un acicate para las empresas, aunque en verano se pare toda actividad ferial en España. Y no sobran los problemas. Uno de los emblemas del recinto, el pabellón central, está ocupado desde hace dos meses y medio, y sin plazo claro de cierre, por un hospital del Sespa.

La Feria debería de organizarse, salvo decisión de última hora, con un hospital en su mismo corazón, impidiendo, como es obvio, utilizar el pabellón central para expositores y, con casi toda seguridad, sin la instalación del anunciado nuevo pabellón de Oviedo, adosado a la puerta principal del citado pabellón hospital. La presencia de la capital del Principado debería de posponerse para la edición ferial de 2021. El Principado no paga un solo euro por el uso del pabellón central y la Cámara no puede tener otros ingresos por su alquiler, lo cual, al menos en principio, no exime al estamento cameral del abono de los 280.000 euros anuales al Consorcio propietario del recinto, del que el Principado es uno de sus socios. A buen seguro que este aspecto será debatido en el Pleno cameral que, al menos en principio, será convocado esta misma semana.

En 1931 se suspendió la Feria con la llegada de la II República y no se recupero hasta 1965, de la mano de Luis Adaro. Desde entonces muchos avatares tuvo que sortear, pero siempre mantuvo su presencia. El coronavirus es ahora el reto a batir. Queda por ver si el certamen encontrará su particular vacuna.