La pandemia relajó el año pasado los hábitos de los gijoneses en reciclaje, que solo llegó al 32%
No se llegó al objetivo europeo del 50%, pero aumentó un 75% la utilización de los 1.500 contenedores de residuos orgánicos
MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Miércoles, 6 de enero 2021, 01:47
La Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (Emulsa) cerró el año con una tasa de reciclaje del 32%, lejos ... del objetivo marcado por la Unión Europea, fijado en el 50%. Pero 2021 puede ser importante para avanzar. «Hemos hecho una apuesta muy importante por el reciclaje de la basura orgánica, que es donde vamos a dar el gran salto», explica el gerente de la empresa, Alfonso Baragaño. El trabajo ya está hecho, pues Gijón ya cuenta con unos 1.500 contenedores específicos para estos residuos, que permiten cubrir toda la zona urbana. Ello ha hecho que el año pasado aumentara un 75% la recogida de estos desechos, pasando de las 2.370 toneladas de 2019 a unas 4.350 en 2020.
En la orgánica es donde tiene ahora puestos sus ojos Emulsa, pues se calcula que en torno al 40% de toda la basura mezclada que acaba en los contenedores se podrían depositar en los de orgánica. Tratarán así de conseguir que entre el 10% y el 20% de esa basura orgánica acabe en el contenedor correcto.
Pero donde apenas ha habido un aumento es en la basura mezclada, la conocida como fracción resto. Emulsa cree que al cierre de las cifras del ejercicio pasado se registrará una cantidad similar a la del año anterior, cuando se alcanzaron las 85.750 toneladas. «La pandemia supuso que muchos gijoneses dejaran de lado sus hábitos de reciclaje, con un comportamiento más relajado. Suponemos que era para evitar tocar las tapas de los contenedores, bien por sicosis o por desconocimiento de cómo funciona el coronavirus. Igualmente, notamos que los excrementos de perros en la vía pública crecieron de manera exponencial», indica Baragaño.
Restos de siegas y podas
A pesar de las duras condiciones sanitarias, Emulsa logró finalizar la implantación de los contenedores de orgánicos en la ciudad. Además, en noviembre puso en marcha un proyecto piloto de residuos domésticos de siega y poda, con la colocación de 53 contenedores en las zonas de La Guía, Somió y Cabueñes. El objetivo es destinar estos residuos al reciclaje para su transformación en compost de alto valor biológico. Durante el primer semestre de este año se analizarán los resultados de este proyecto, ya que el objetivo es extenderlo a todas las parroquias rurales de Gijón.
Todo este planteamiento tiene un objetivo final, como es reducir los residuos que acaben en el vertedero de Cogersa, a punto de colmatarse tras varias ampliaciones. Alfonso Baragaño indicó que «en materia de reciclaje tenemos que ir mejorando las medidas de control. Este año, el Estado pondrá en marcha un impuesto de 40 euros por tonelada de residuo mezclado que acabe en el vertedero. En Asturias ahora pagamos 21 euros, por lo que supondrá triplicar el coste». Según explicó el gerente de Emulsa, «si va a haber una penalización por parte de la Unión Europea, el Estado tiene que recaudar, pero también pretende implicar a las administraciones regionales y locales, y a la ciudadanía, en general, en lo importante que es reciclar».
Más personal
La crisis sanitaria no impidió que la empresa incorporara el año pasado a 275 personas, de las que 234 fueron para limpieza y el resto, para jardinería. Hay que tener en cuenta que muchos trabajadores estuvieron de baja al ser población de riesgo frente a la covid-19, por lo que la plantilla no estuvo trabajando al completo. Eso sí, la plantilla media fue de 776 personas a final de 2020. Las citadas incorporaciones pertenecen a la oferta pública de empleo temporal que incluía 750 puestos para limpieza y 200 para jardinería. Se incorporarán según las necesidades.
Emulsa tuvo el año pasado un presupuesto de 37,4 millones de euros, 1,3 más que el ejercicio anterior. Además, el incremento de la tasa de basura en un 9,5% le permitió disponer de otros 1.150.000 euros. Las inversiones que realizó superaron los cuatro millones de euros y todos ellos se fueron en la adquisición de contenedores y vehículos. La empresa está especialmente implicada en la reducción de su impacto ambiental y para ello ha ido incorporando vehículos y maquinaria que generan menores emisiones contaminantes, propulsados por gas natural comprimido y electricidad. Ahora mismo, el 17% de la flota de Emulsa tiene un mejor comportamiento medioambiental que el gasóleo tradicional y el 10% tiene emisiones cero a la atmósfera.
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