Potenciar la actividad económica junto a la playa, clave en la futura reforma del Muro
«En el resto de ciudades costeras los paseos marítimos son un referente en ese sentido. Gijón es una anomalía», apuntan dese Movilidad
IVÁN VILLAR
GIJÓN.
Lunes, 21 de septiembre 2020, 00:08
Reducir el tráfico rodado y crear más espacio para los peatones y para la movilidad «activa sostenible», como las bicicletas, los patinetes y el transporte público. Pero también potenciar el papel del paseo marítimo «en la estrategia de promoción económica de la ciudad». Son los dos grandes retos de cara a una futura reforma del Muro, para cuya definición el Ayuntamiento pretende crear una comisión de trabajo dentro del Consejo Social, en la que participen también representantes del Colegio Oficial de Arquitectos y del Foro de la Movilidad.
El primero de estos objetivos lleva a prueba todo el verano, con el cierre de parte de sus carriles y una reforma «provisional» que ha convertido parte de la calzada en un ensanche del paseo, con mobiliario urbano incluido. Del segundo, el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, ha dado ya algunas pistas refiriéndose a la posibilidad de facilitar la presencia de terrazas todo el año y el desarrollo de actividades culturales.
«Cambiar las dos fachadas marítimas es absolutamente imprescindible para dinamizarlas económicamente. Son dos pasillos que se nos mueren desde el punto de vista económico y que suponen dos activos muy importantes de los cambios que pretendemos introducir en Gijón», apuntaba el edil este verano en EL COMERCIO, sumando a la del Muro la reforma de la fachada de Fomento, para la que sigue pendiente la convocatoria de un concurso de ideas. Y desde su concejalía inciden en este aspecto, refiriéndose a los ejemplos de otras ciudades en las que, al tiempo que se promovía junto a su litoral una movilidad más sostenible centrada en la prioridad peatonal, se creaban espacios y condiciones que facilitan el desarrollo de actividades de comercio y hostelería que los dotaran de vida incluso más allá del verano. «Los paseos marítimos son un referente en la actividad económica de las ciudades costeras y Gijón en ese sentido es una anomalía. Las fachadas marítimas tienen que formar parte de la estrategia de promoción económica de la ciudad, como lo hacen en otras en las que el turismo tiene un peso importante en el PIB», apuntan desde el área que dirige Martín.
«No copiamos nada concreto»
¿Se pretende imitar algún modelo concreto? «No nos inspiramos en nada, esto es el modelo Gijón», apuntan desde el Consistorio, remarcando particularidades propias del Muro como el estrechamiento de Capua, que ha representado históricamente un quebradero de cabeza para cualquier intervención en la zona. «No hay nada copiable» en lo que respecta al detalle de su configuración, aunque son varias ciudades las que marcan una estela cuya filosofía de fondo sí se pretende seguir para potenciar el Muro.
En Coruña, por ejemplo, se mira hacia la reciente reforma de la zona de la Marina, el puerto deportivo ubicado en las inmediaciones de la plaza de María Pita, donde un complejo entramado viario dejó lugar a una enorme explanada (50.000 metros cuadrados) de uso peatonal en la que solo se mantuvo en superficie un carril de circulacion en cada sentido, de plataforma única (al mismo nivel que las aceras), con acceso restringido, limitado a 20 y con prioridad de paso para los peatones. El resto del tráfico fue soterrado, solución que en Gijón lleva años sobre la mesa, pero para la que el último proyecto presentado (por Foro en 2015) estima un coste de más de 40 millones de euros. El otro gran frente marítimo de Coruña, el de las playas del Orzán y Riazor, mantiene cuatro carriles de circulación (en algunos tramos, cinco) junto al paseo, aunque al calor de la crisis sanitaria el más próximo a los arenales se ha limitado a 30 y sobre las vías del tranvía turístico -que lleva años fuera de servicio- se ha habilitado un carril exclusivo para corredores.
En Cádiz, el pasado mandato, el tráfico motorizado junto a la playa de la Victoria pasó a ser unidireccional (Norte-Sur) en un tramo de 2,5 kilómetros donde antes se permitía el doble sentido. Se dejó un solo carril para coches y sobre el otro se construyó un carril bici. En otro tramo de un kilómetro, en las inmediaciones del estadio Ramón de Carranza, el único carril existente se transformó en una vía semipeatonal limitada a 10 kilómetros por hora, lo que en la práctica unía el paseo histórico con la primera línea de edificios.
El doble, 20 kilómetros por hora, es la velocidad máxima que se permite a los pocos vehículos autorizados a transitar junto al paseo de la playa de San Juan, en Alicante. Y La Concha de San Sebastián cuenta en su extremo oriental con medio kilómetro sin coches entre los edificios y el paseo. Ya fuera de España, aun insistiendo en que no se pretende copiar ningún modelo concreto, «uno que nos convence es el de Niza».