«Queremos evitar que Gijón se convierta en una ciudad vacía, de Netflix y Glovo»

Le debe mucho a esta ciudad; él mismo lo dice. Y, en esta época convulsa para el sector, el socio del grupo Gavia Ángel Lorenzo (Gijón, 1966) promete, como presidente de la nueva junta local de Otea, esforzarse para tratar de devolver a la ciudadanía «parte de lo que nos ha dado». Habla en primera persona del plural porque en este empeño por ayudar al sector, primero «a sobrevivir» y después a lograr que «Gijón vuelva a convertirse en el referente del norte», está acompañado de Élida Suárez, directora del hotel Moderne, y Alejandro López, fundador del grupo Alec.

-Dan un paso al frente para reforzar Gijón dentro de Otea.

-Sí, y queremos valorar la labor que hizo hasta ahora Ricardo Álvarez. Cogemos el testigo porque somos empresarios, pero también clientes y vecinos, y queremos ser parte de la ciudad. Ahora somos tres, pero buscamos apoyarnos en subsectores de la hostelería, la hotelería y el turismo, en las asociaciones vecinales, los comercios... En definitiva, tejer una red.

-Haga una radiografía actual del sector.

-La situación es muy mala. El ocio nocturno continúa parado después de casi un año. Hay muchos hoteles cerrados y nos han dado un portazo a la ilusión de abrir en Semana Santa. El sector está preocupado, muy dañado, moribundo incluso. Y tememos que cuando todo se normalice perderemos muchos bares, hoteles y restaurantes. Sabemos de sitios muy emblemáticos que no abrirán. Ese es nuestro miedo, encontrarnos con una ciudad vacía en la que solo veas carteles de 'se alquila', 'se vende' o 'se traspasa'.

-¿El enfrentamiento con el Principado por reabrir en Semana Santa puede perjudicarles?

-No hay enfrentamiento por nuestra parte. Pedimos lo que para nosotros es lógico, lo que necesitamos y que no perjudica a la lucha contra la covid. Es lícito, sabemos que el País Vasco tiene una alta ocupación de turismo interior, sin abrir la región. No entendemos por qué no dejan abrir a los hoteles y casas rurales que cumplen las medidas.

-¿Qué pasará con el ocio nocturno una vez pueda abrir?

-Gijón ya estaba herido en el tema de la noche. Ahora, incluso para el que sobreviva el futuro no está claro. La anterior crisis se llevó por delante los jueves. Tememos que esta acabe con los viernes.

-¿Cuál es la solución para paliar la crisis a corto plazo?

-Ayudas, ayudas, ayudas.

-¿Es justo que quien tiene deudas no pueda recibirlas?

-No puede ser. Estamos trabajando para que cambie, planteando que con las ayudas se pueda hacer frente al menos a parte de las deudas, que a veces son ridículas y que es muy normal tener porque las ayudas solo dan para cubrir un mes de renta.

-¿Qué opina de la propuesta de abrir las terrazas una hora más?

-Todo lo que sea abrir más está bien, pero no será la panacea. Queremos abrir en el interior también, pero con horario que permita dar cenas.

-¿Y a largo plazo?

-Queremos hacer que la gente salga a la calle. Tememos que Gijón se convierta en una ciudad de Netflix y Glovo y queremos evitarlo. Se lo dijimos a la alcaldesa, con quien hay sintonía, y lo vio bien.

-¿Cómo van a hacerlo?

-Queremos adaptar el modelo de salir. Ir también al ocio diurno, recuperar el vermú y otras cosas que se habían perdido, pero que tienen gran aceptación. Escucharemos al sector, porque tenemos claro que para cambiar las costumbres necesitamos hacerlo todos.

-Han surgido nuevas plataformas. ¿Sigue siendo Otea la portavoz del sector?

-Seguimos siendo la fuerza más numerosa. Pero no queremos dejar aparte a las otras asociaciones, porque compartimos el mismo horizonte: salvar la hostelería, el comercio y la hotelería de este desastre. Así que ya hemos comenzado a llamarlas para reunirnos.

-¿Creen necesario volver a la Mesa de Turismo de Fade?

-Queremos y debemos estar ahí y el presidente Almeida está haciendo todo lo posible por volver, porque no solo es necesario sino también lógico por el peso que tenemos en este sector tan importante para el PIB regional.