Rafael Piñera, premiado por «su entrega y ayuda a los demás»

Competente con una formación integral, compasivo con los más necesitados, comprometido con la sociedad y dotado de capacidades de analíticas y críticas como elementos vertebradores hacia un avance continuo. Estas son las cuatro características a las que los antiguos alumnos del Colegio de la Inmaculada aspiran. Valores que se ejemplifican en Rafael Piñera, director de la Cocina Económica y promoción de 1996 del colegio, y que le han servido para ser nombrado ayer 'Alumno distinguido 2024' por la Asociación de Antiguos Alumnos del centro educativo en una celebración que tiene ya más de cien años de historia.

«Solo pude aceptar este reconocimiento cuando entendí que simbolizaba la trayectoria de todas las personas que anónimamente trabajan todos los días sirviendo a los demás», confesó Piñera ante las 220 personas que acudieron al acto celebrado en el colegio. «La educación jesuita nos enseña a ser sensibles y capaces de analizar la realidad que nos rodea para ser corresponsables en la creación de un mundo más acogedor, amable, protector y justo, especialmente con las personas que viven situaciones de mayor vulnerabilidad», recordó a los asistentes. En definitiva, «nos enseña a amar».

Para Víctor Manuel Rodríguez, presidente de la asociación, escoger a Rafael Piñera como alumno distinguido «fue muy sencillo». Para la entidad, Piñera «respalda el prototipo de lo que todos deberíamos ser. Es entregado y siempre está dispuesto a ayudar». Para recordar este día, el homenajeado recibió una insignia de oro y una placa.

Durante el acto, la asociación también hizo entrega de la insiginia de plata a María Eugenia González Balbuena y a Avelino López Suárez, ambos maestros de primaria jubilados. Hubo una tercera para al fotógrafo, ya retirado, Ángel González Cavero, que fue encargado durante su trayectoria laboral de captar con su cámara muchos de los momentos ocurridos en el centro escolar.

Pero el día de ayer iba más allá. «Es un encuentro intergeneracional», explicó Rodríguez. La entidad invitó a las promociones de 1954, 1964, 1974, 1989, 1999 y 2014 a las que se les hizo entrega de una medalla. «Se comparten muchas vivencias. Es una jornada entrañable», recalcó el presidente. Tras terminar el acto, se celebró una eucaristía y el evento finalizó con una comida de confraternización en el comedor escolar.