La reducción de los traslados por ocio hace que EMTUSA solo recupere dos tercios de sus usuarios

La crisis sanitaria del coronavirus ha cambiado los hábitos de los ciudadanos y ello se ha trasladado a su movilidad en la ciudad. La Empresa Municipal de Transportes Urbanos (EMTUSA) es testigo de esta situación y uno de esos cambios de hábitos en la movilidad ha supuesto «la desaparición de nuestra hora punta de la tarde», indica Juan José Pinilla, gerente de la empresa. Los mayores flujos de usuarios se daban antes de la pandemia de 7 a 9 de la mañana, de una a tres de la tarde y de seis a ocho de la tarde. Esta última franja de hora punta es que la que desaparecido «porque la gente ya no hace viajes vinculados al ocio, como ir a bares, al cine, etcétera». Pinilla explica que, «en movilidad, una persona tiene que tener a dónde ir y después decide cómo va. Pero el problema ahora es que no tiene dónde ir. Un ejemplo de esto es que hemos recortado los 'búhos', porque los bares por la noche están cerrados y no hay usuarios».

Desde el final del estado de alerta, EMTUSA solo ha recuperado el 65% de sus usuarios con respecto a 2019. El gerente indica que «está siendo un año extremadamente complicado para hacer pronósticos, porque estamos atravesando una situación que no habíamos vivido nunca». La previsión de la empresa pasaba por cerrar el año con la recuperación de entre el 80% y el 90% de los usuarios del año pasado, «pero estamos en una media del 65% y picos del 70%. Estamos muy lejos de esa previsión y el entorno en el que nos movemos está lejos de mejorar».

Muchas personas han decidido optar por otros modos de movilidad para sus desplazamientos, pero en los resultados de EMTUSA también se notó el retraso del curso docente del 9 de septiembre al 28, aunque desde ese día de manera semipresencial, y otros aspectos como que «el teletrabajo llegó para quedarse, por desgracia muchas personas perdieron su empleo y el ocio desapareció a efectos del transporte», apunta Pinilla.

Pero, a pesar de todos estos problemas, la empresa mantiene en hora punta el mismo número de autobuses en la calle que el año pasado, un total de 74, «a pesar de que la demanda es un 35% inferior».

Los números que ha registrado la empresa desde el 15 de mayo, día en el que terminó el estado de alarma, son claros. Ese día subieron al autobús 13.936 viajeros, frente a los 60.237 del año pasado. Eso suponía que el trabajo para recuperar usuarios partía de una merma del 76,86%. En junio regresaron al autobús urbano una media del 45,46%, mientras que en julio ya subió al 60,12%. Pero desde entonces, le cuesta seguir subiendo. En agosto, debido a la anulación de prácticamente todos los actos festivos, certámenes y competiciones deportivas, bajó al 55,54%, mientras que en septiembre volvió a subir al 64,24%. En lo que va de mes de octubre, el mejor dato se registró el pasado miércoles, con 42.751 usuarios frente a los 65.474 del año pasado. Eso representa una recuperación del 65,29% de los viajeros. En los resultados obtenidos por EMTUSA en estos meses hay uno que llama la atención. Hay que tener en cuenta que se comparan los mismos días de la semana, es decir, por ejemplo, viernes con viernes. Así, resalta que el pasado 7 de septiembre, que fue lunes, al compararlo con el 9 de septiembre del año pasado, también lunes, se contabilizaron más usuarios este año (34.648) que en 2019 (24.562). Quizá, porque este año coincidió con el puente de la Festividad de Covadonga y el año pasado con el desplazamiento de esa fiesta, que había caído en domingo.

Ante estos datos, parece claro que los autobuses gijoneses no están completos en ningún momento. Los vehículos articulados tienen entre 136 y 150 plazas, en función de si hay usuarios de sillas de ruedas, mientras que los estándar son de 95 plazas. Los datos de la semana pasada indican que la línea 1, en su trayecto Hospital de Cabueñes-Cerillero, fue la que más ocupación registró, con 139 personas que se subieron al vehículo a lo largo de todo el viaje en la franja horaria de 13 a 15 horas, seguido por la línea 15, en su trayecto Hospital de Cabueñes-Nuevo Roces, con un total de 121 usuarios en la misma franja horaria. El resto de las líneas registraron un número de viajeros notablemente inferior, no llegando a llenar los vehículos en ningún caso. A pesar de ello, las líneas 2 (El Corte Inglés-Hospital de Cabueñes) y la 18 (Nuevo Gijón-Hospital de Cabueñes), tuvieron refuerzos a primeras horas del día para solventar posibles problemas.

Juan José Pinilla apuntó que «en la gran mayoría de las líneas no hubo ninguna incidencia ni en cuanto al horario ni a la ocupación de los vehículos».

EMTUSA tiene ahora la mirada puesta en que está previsto que tras el puente del Pilar comiencen en todos los centros docentes de la ciudad las clases presenciales, con lo que se podría recuperar un buen número de usuarios vinculados al transporte escolar. Eso sí, desde la empresa se considera muy difícil que se pueda recuperar el transporte relacionado con el ocio a corto plazo, máxime cuando se están viendo afectados los sectores relacionados, como la hostelería o el deporte.