El regreso que no pudo ser
Gijón anunció su prioridad en la venta de entradas para el nuevo concierto de los Rolling, pero sería cancelado por una laringitis de Jagger
No sirvió de nada, pero eso aún no lo sabíamos hace 25 años, cuando en portada de EL COMERCIO se anunció que las entradas para ... el segundo concierto de los Rolling Stones se podrían comprar en Gijón antes que en el resto de ciudades de la gira española del grupo. «Actuarán también en Barcelona y Bilbao, en junio, y en Málaga y Vigo, en julio», decíamos por entonces.
La cita en Gijón estaba cerrada para el 16 de junio, pero finalmente solo tocaron en Vigo y Málaga. El grupo adujo, para las cancelaciones de Barcelona y Gijón, una inoportuna laringitis del cantante de los Stones, Mick Jagger.
Pero en marzo aún nos la prometíamos muy felices. La salida al mercado de las entradas para el concierto en El Molinón de los Stones se establecía para el 13 de marzo, antes que ninguna otra ciudad. Podrían comprarse en las taquillas del teatro Jovellanos «y en toda la red nacional de oficinas del Banco Herrero». El resto de ciudades, en cambio, «no contarán con las localidades hasta dentro de unos 15 días, con lo que Gijón se adelanta en la captación de público de comunidades limítrofes. Evidentemente, se da por sentado que la venta no será tan rápida como en 1995, cuando, al ser el de Gijón el único 'show' de los Stones en España, las localidades se agotaron en tres días», contábamos.
Un anuncio frustrado
Para dar el anuncio, y también para presentar el cartel de la gira que estaba por convertirse en la 'horribilis' de los británicos, se dieron cita ese día en el Consistorio los responsables de las asociaciones de hostelería, de la SGAE, autoridades varias y, por supuesto, el alcalde Vicente Álvarez Areces, el concejal Daniel Gutiérrez Granda, quien aconsejó que habría «que estar muy al loro con las entradas», y Miguel Rodríguez Acebedo, director gerente de la Sociedad Municipal del Teatro Jovellanos.
«El show de los Stones hace de Gijón una de las ciudades más atractivas y más de moda de España», aseguró ese día Jesús Sobrino, director comercial del Banco Herrero, patrocinador oficial del concierto en Gijón. Habían aportado la friolera de 15 millones de pesetas para la contratación del grupo. Y al final, nada.
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