«Llevamos un mes con varios robos cada semana; ya no sabemos qué hacer»

«Entró a media tarde y me pidió que le diera cambio. Cuando le dije que no, me sacó un cuchillo y empezó a gritarme que le diera todo el dinero de la caja. Reaccióne rápido, le pegué con una botella y conseguí que se marchase, pero la verdad es que sigo con el miedo en el cuerpo. Esto no puede seguir así». Con estas palabras relata María Boullosa, propietaria del bar El Arco, en la calle Manuel R. Álvarez, el enésimo robo, o intento frustrado, sufrido por un hostelero de La Calzada durante el último mes. «Salimos a varios robos por semana. La sensación es que la Policía nos ha dejado perdidos de la mano de Dios; al final tendremos que contratar matones para poder ganarnos el pan honradamente», afirma esta mujer.

Boullosa, junto a más de un centenar de hosteleros y comerciantes de toda la zona oeste, integra una plataforma que trata de unir fuerzas para minimizar el número de robos al mismo tiempo que insisten en un aumento de la vigilancia policial. «Cuando alguno sufre un robo, aporta una descripción del ladrón al resto, para evitar que haga lo mismo en otro negocio. Al final, si no nos ayudamos entre nosotros, no nos ayuda nadie», explica esta hostelera.

«Los negocios ya están mal por el tema de la pandemia como para que encima el propietario vaya a trabajar por la mañana y se encuentre con que le robaron la noche anterior. Eso quita la ilusión a cualquiera», considera Goyo Ibáñez, uno de los portavoces de la plataforma y quien hace un año ya lideró una iniciativa vecinal bajo el mismo motivo. «Estamos en contacto con comerciantes de otras zonas como El Llano y nos cuentan que en sus barrios no tienen ningún problema de inseguridad. En la zona oeste, en cambio, salimos a más de un robo por día», reflexiona quien, preguntado por una posible solución, no guarda dudas al respecto. «La solución a este problema pasa por recuperar la policía de proximidad o de barrio y que vuelva a haber esa labor disuasoria que hace que el delincuente se lo piense dos veces antes de actuar», afirma Ibáñez sobre un grupo de la Policía Local que fue creado en 2002 a iniciativa de la por entonces concejala de Seguridad Ciudadana, la socialista Begoña Huergo. «Eso por no hablar de que cada vez que cogen a alguno, entra por una puerta y sale por la otra», añade.

En vista de esta situación y de la preocupación latente en el barrio, desde la plataforma antirrobos decidieron enviar una carta a la alcaldesa la semana pasada. En ella, los comerciantes y hosteleros de La Calzada reclaman al gobierno local y al resto de grupos políticos medidas para solventar la oleada de inseguridad. «Les recordamos que en febrero de 2019 se aprobó por unanimidad la dotación de la policía de proximidad para la ciudad de Gijón como medida disuasoria y para poder seguir teniendo una de las ciudades más seguras de España», afirman en el documento, donde también se interpela directamente a la regidora. «En su momento, usted acudió personalmete para palpar la situación. Casi dos años después de aquellas movilizaciones, nos vemos en una situación similar. Estando la situación económica mucho más debilitada, los negocios no pueden, ni deben, sufrir una nueva ola de atracos», remacha el colectivo.