Se rompe una mano al intentar sacar el salvavidas de una caja acristalada para socorrer a un bañista en Gijón

Ocurrió la semana pasada cuando el gijonés Senén Morán se disponía a auxiliar a un hombre en apuros que se bañaba a la altura de la rampla. No pudo tirarse a rescatar al bañista y se rompió la mano al tratar de sacar el salvavidas que se encuentra dentro de una estructura acristalada en el Muro, junto al acceso de la escalera 2 de San Lorenzo. Al parecer, no es de fácil apertura.

Ahora, Morán ha pedido responsabilidad patrimonial al Ayuntamiento al considerar que «no tiene sentido que esté blindado». «El día del accidente iba a bañarme. De pronto, empecé a escuchar unas voces y vi a un señor que estaba en apuros. Me acordé de que había un flotador arriba y fui directamente. Empecé a darle puñetazos al cristal para sacarlo y tirárselo, pero nada, aquello no rompía, rompió primero mi mano que el cristal...», lamenta. A ello se suma, según su explicación, «que como era ya septiembre no había ya socorristas en la escalera 2. El más cercano estaba en la Escalerona».

El bañista en apuros pudo finalmente salir por su propio pie, pero Senén Morán empezó entonces un peregrinaje. «El equipo de salvamento me dijo que fuera a curar la mano a la caseta de la escalera 12, allí me mandaron al Hospital de Cabueñes y cuando me vieron, me derivaron al HUCA porque me tenían que operar un hueso pequeño». Tiene ahora varias semanas por delante de recuperación.

Para Morán, «no tiene ningún sentido que haya un salvavidas que no se pueda utilizar y encima que tampoco esté señalizado que no se puede abrir. El Ayuntamiento tiene que responsabilizarse de lo ocurrido», sostiene mientras se pregunta si «en junio, cuando murió el chico dominicano al intentar rescatar a su novia, el desenlace hubiese sido distinto si ese salvavidas se pudiera haber cogido...». En esa ocasión, añade, «tampoco había socorristas en las primeras escaleras de la playa».