De Rugaria a Gijón
Una falsa noticia sobre un príncipe convertido en presidente sirvió para promocionar la película póstuma de Harold Lockwood
Miércoles, 15 de febrero 2023, 00:36
No era aquella la primera vez, ni tampoco sería la última, que EL COMERCIO -o, mejor dicho, las distribuidoras cinematográficas a través de nuestras páginas- ... recurría al formato periodístico para promocionar la película del momento. Era uno de los métodos favoritos para versar sobre el cada vez más creciente 'star system', más presente que nunca en esta película. 'The great romance', de 1919, llegaba a las pantallas españolas cuatro años después de su estreno en Estados Unidos y cinco después de la muerte de su protagonista, Harold Lockwood, a causa de la primera epidemia de gripe que asoló el mundo en octubre de 1918.
«En Madrid ha circulado muchísimo hoy la noticia, de gran actualidad mundial, en la que se dice que el príncipe Danilo, desaparecido siendo niño del reino de Rugaria, hoy convertido en República, ha sido encontrado ahora completamente democratizado, eligiéndosele presidente de la misma», leyeron los lectores de EL COMERCIO de hace un siglo. Si sabían un poco de politica internacional, lo harían con sorpresa, porque ¿dónde demonios estaba Rugaria? La respuesta era sencilla: en el celuloide, en general; en el Robledo, con fecha de estreno para el día siguiente, en particular.
Hubo, o quizás también eso formase parte de la comedia, «vivos comentarios» en torno a la noticia. «Mejor informados», decíamos el 15 de febrero, «tenemos sumo gusto en participar a nuestros lectores que tal y como ocurrió este tan gran acontecimiento se verá hoy reflejado fielmente en la pantalla del Robledo, desde el rapto del niño por la condesa Olga, hasta educarlo en los ideales democráticos y hacerlo en su mayor edad presidente de la República». Aquí, en España, 'The great romance' había recibido el título de 'La democracia de un príncipe'. «Es tal su interés que toda la trama de la misma se desarrolla entre mil combinaciones, a cada cual más compleja, obligando al espectador a estar continuamente pendiente del desenlace de este maravilloso film que hoy se estrena en el Robledo y que acreditará aún más el gusto artístico de la empresa Méndez». ¡Ahí tienen al pagador del suelto!
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