Servicios Sociales pedirá a los beneficiarios de las nuevas ayudas gastarlas «en su propio barrio»
El dinero se hará llegar por transferencia bancaria este mismo mes, aunque dispondrán de una tarjeta identificativa para registrar las compras
IVÁN VILLAR
GIJÓN.
Sábado, 5 de diciembre 2020, 00:29
La concejala de Bienestar Social, Natalia González, confía en que las nuevas ayudas para compras en comercios que tomarán el relevo de la renta ... social reviertan «en el entorno más cercano de sus beneficiarios». Y en esa línea irá la campaña informativa que el Ayuntamiento está diseñando con la Unión de Comerciantes y que se dirigirá tanto a los perceptores de ese dinero como a los establecimientos interesados en adherirse al programa. «Con la pandemia han surgido muchas sinergias de solidaridad entre el vecindario y los pequeños comercios. Y en eso tenemos que trabajar para que con estas ayudas se fortalezca sobre todo la compra en el barrio», apuntó la edil. Añadió que precisamente a ese objetivo responden el nombre del programa, 'Mi barrio', «y que hayamos incluido entre las novedades la posibilidad de adquirir productos de alimentación frescos, que suele hacerse en comercios cercanos».
Como adelantó EL COMERCIO, el funcionamiento de las nuevas ayudas, desde hasta 1.200 euros, guarda gran similitud con la renta social municipal, aunque con dos diferencias fundamentales. La primera, que no se abrirá una convocatoria a la que pueda optar cualquier interesado, sino que ya existe de antemano un listado cerrado de perceptores, que se corresponde con 1.110 familias que este año recibieron ayudas a la integración de la Fundación de Servicios Sociales. La segunda, que el dinero no se entregará en una tarjeta bancaria, sino mediante una transferencia directa a la cuenta corriente del beneficiario que el Ayuntamiento prevé hacer efectiva a lo largo de este mismo mes. Las familias no tendrán que presentar ninguna solicitud y simplemente se les enviará una notificación informando de la concesión y abono de la ayuda y de cómo deben hacer uso de ella.
Cada beneficiario recibirá una tarjeta con el logo de 'Mi barrio', «similar a las de fidelización que tienen muchos supermercados», que deberá presentar en el comercio a la hora de hacer la compra. No servirá como medio de pago -que se hará en efectivo o con tarjeta bancaria-, sino para registrar la compra y enviar de forma automática una copia de la factura a la Fundación Municipal de Servicios Sociales, a través del programa específico de facturación que ya fue desarrollado en colaboración con la Unión de Comerciantes para la gestión de la renta social. Esto permitirá llevar un registro de los gastos realizados por los perceptores de la ayuda, que deberán conservar además las facturas por si le fueran requeridas por el Ayuntamiento.
Las compras podrán hacerse hasta el 31 de mayo, aunque Natalia González dejó la puerta abierta a una prórroga en caso de que en este periodo se produjeran nuevos cierres de comercios por la pandemia. Como punto de partida se contará con los establecimientos que ya participaron en el programa de ventas de la renta social, aunque la intención es ampliar ese listado. «Tenemos que llegar al mayor número de comercios posibles y sobre todo al comercio de proximidad».
Compromiso con Podemos
Lacreación de una línea de ayudas que tomaran el testigo de la renta social municipal era uno de los compromisos adquiridos con Podemos-Equo en el marco de la aprobación de los presupuestos de 2020, y si bien la intención era «mejorar y redefinir» el programa puesto en marcha el pasado mandato, con la pandemia «las previsiones saltaron por los aires» y se ha optado por una solución extraordinaria, dirigida específicamente a las familias muy vulnerables. «Necesitábamos una ayuda ágil, rápida e inmediata, que no supusiera largos procesos burocráticos», destacó ayer la concejala Laura Tuero, que destacó que su concesión se haga «sin contraprestaciones ni tutelajes». También Aurelio Martín, de IU, se mostró satisfecho con el acuerdo para la puesta en marcha de este programa. «Cuando la izquierda se pone de acuerdo, a la ciudad le va bien. Y además conseguimos que una inversión social tenga retorno en términos de actividad productiva, dinamizando los barrios y el pequeño comercio», destacó. Mara Simal, de Ciudadanos, apenas ve cambios con respecto a la renta social municipal, «y sus escasas diferencias no nos gustan». Lamenta que no se abra a posibles nuevos perceptores y la ausencia de medidas encaminadas a lograr «la integración y reinserción laboral de sus beneficiarios. Desde Foro, Pelayo Barcia también ve «continuidad con lo que nosotros pusimos en marcha» y cree que el único motivo que ha retrasado este programa «era el sectarismo y cabezonería del PSOE de intentar suprimir todo lo anterior». Manifiesta no obstante dudas sobre el abono directo en las cuentas bancarias, «porque puede haber gente que tenga descubiertos».
Alberto López-Asenjo, del PP, solo ve en esta medida «autobombo» y recuerda que su grupo lleva pidiendo desde abril «ayudas que atiendan las necesidades vitales de los más necesitados».
Y Vox critica que no se haga una convocatoria abierta «en el que todos los gijoneses que lo necesiten puedan concurrir en igualdad de condiciones». Pide además «un riguroso control» para que las ayudas cumplan con su finalidad.
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