Tonada con mucho calor
Butano esponsorizó la gran final del concurso de canción asturiana celebrado hace ahora medio siglo en el Pabellón de Deportes
No fueron los únicos presentes. En la gala, invadida por el color de marca -el naranja, se obsequió a todos los participantes por medio de « ... las simpáticas azafatas de Butanos»-, celebrándose también «un sensacional sorteo de aparatos de Butano Domésticos, que llenó de alegría y regocijo a todo el público». Pero habíamos venido a hablar de música, ¿no es así? A eso también hubo tiempo: se proclamaron vencedores Laudelino García, lavianés, como ya se ha dicho; Pepín de la Rumiá fue segundo -y recibió el premio de 25.000 pesetas-, y Diagmina Noval quedó tercera, lo que le aportó 15.000 pesetas de montante para el bolsillo.
Un fin de fiesta acorde con la popularidad que había obtenido, en las semanas antecedentes, el concurso musical, el primero en su género que organizaba Butano. «Como asturianos», dijimos desde EL COMERCIO, «nos sentimos orgullosos y sumamente agradecidos a esta firma comercial que, además de proporcionarnos bienestar y comodidad, nos ha despertado algo tan enraizado como es nuestro folklore tópico. Gijón fue el marco que cerró el gran concurso de canción asturiana, y todos los gijoneses tendremos perenne en nuestro sentir esta extraordinaria labor». De calor, color y oído.
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