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Sin unanimidad en el resultado: «Bien» para algunos y «un desastre» para otros

Vecinos, hosteleros y comerciantes de Pablo Iglesias tienen diversidad de opiniones. Valoran tener más espacio, pero rechazan la ejecución

MARÍA AGRA

GIJÓN.

Miércoles, 17 de abril 2024, 02:00

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Solo hay que darse un paseo por Pablo Iglesias para comprobar cómo ha quedado la obra: baldosas sueltas e irregulares, con saltos de nivel entre unas y otras, árboles sin alcorques o rampas de acceso a garajes y pasos de peatones muy empinadas... Después de trece meses de trabajos –la reforma comenzó en marzo de 2023–, la empresa adjudicataria entregará hoy la obra al Ayuntamiento con una serie de deficiencias que deberá subsanar.

Su ejecución ha traído cola a lo largo de todo este tiempo entre vecinos, hosteleros y comerciantes de la zona, que tienen diversidad de opiniones sobre el resultado de los trabajos. Lo único en lo que confluyen es en que han durado demasiado tiempo. Y no les falta razón. Se alargaron cuatro meses más de los nueve previstos. «Fue mucho para un negocio pequeño como el nuestro y nos perjudicó», relata Óscar Kocina, quien pese a estar jubilado sigue ayudando a su hija en el negocio familiar que primero regentó él, KM Ferretería Menaje.

Ahora están de liquidación por cierre, entre otros motivos, por los estragos que les causaron las obras. «Estuvimos una semana cerrados porque había aquí una máquina con la que no podíamos entrar ni nosotros. Y la supresión de un carril también nos afectó, porque los clientes que pasan en coche y pueden aparcar para comprar ayudan mucho», explica.

Isidro Pariente, vecino de la avenida, también critica la pérdida de uno de los carriles porque «ha quitado muchos aparcamientos». Aunque dispone de plaza de garaje en la zona, indica que a la hora de descargar la compra, como hacía ayer, lo tiene «más complicado». Además, en este caso, considera la supresión es negativa porque «es una vía con mucho tráfico y se va a intensificar muchísimo. La obra está mal planteada, mal ejecutada y mal acabada», remata.

Lo mismo que lamentan Alejandro Cárdenas y Marco Varela, el primero propietario del establecimiento hostelero Punto en Boca y el segundo, de la joyería que lleva su nombre, ambos negocios en Pablo Iglesias. Centran sus reivindicaciones, concretamente, en las deficiencias en la colocación de baldosas. «Están muy desiguales y con escalones, como para no tropezar», dice Varela, quien ya ha tenido que atender a alguna persona por caídas en el nuevo pavimento. Igual que Cárdenas, a quien le han colocado una marquesina delante de su bar, indicada con un paso en relieve para los invidentes que «está un poco más elevado que el resto de la acera», con lo que eso conlleva. «La gente mayor no levanta mucho los pies y da lugar a que se caigan», apunta.

No todas las opiniones son negativas. Para Begoña González, que vive en la esquina de la calle Cabrales con Cienfuegos, la avenida «está quedando bien». Valora especialmente que se estén instalando árboles y bancos, algo que veía necesario porque, al ser una calle larga, «la gente mayor da paseos y se cansa». En la misma línea se mueve Felipe Aller, vecino de la esquina con la calle San Luis. «Quedó precioso. Hacía falta la reordenación de la zona y el arbolado ha quedado muy bonito. Ahora estamos a la espera de que terminen de instalarse los bancos», expresa.

Plataformas vecinales

Las asociaciones vecinales, sin embargo, tienen claro que nunca han visto una obra peor que la de Pablo Iglesias.«Es una auténtica vergüenza», afirma el presidente de la asociación de vecinos de El Coto, Christian Guisado, quien reclama que «para que la avenida sea un espacio amable tiene que ser transitable sin riesgo a caerse». Lo dice porque «la zona de las aceras no hay por dónde cogerla. Es una yincana de obstáculos, de trampas y de baldosas sueltas o que se montan unas encima de otras», remarca.

Por ello, insta a «forzar a la empresa que lleva a cabo esta remodelación a hacer un estudio detallado de todas las deficiencias que hay en la calle y ordenar que se vuelva a arreglar para entregarla en condiciones óptimas». Lo que no puede ser es que «tengamos que andar por la calle con casco», reitera.

Para la plataforma vecinal Esto Ye Ciares, la mayor preocupación pasa ahora por conocer qué tipo de intervenciones será necesario realizar para subsanar los errores, porque «prácticamente habría que levantar todas las baldosas», señala Caty Álvarez, portavoz de la entidad, para quienes la ejecución ha sido «desastrosa». Sobre todo, porque las pendientes de las salidas de los garajes y de los pasos de peatones «son peligrosísimas».

No obstante, confía en la voluntad de la administración para solucionarlo porque «esto es escandaloso; yo no he visto una cosa peor hecha en ningún sitio», concluye.

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