Los vecinos de El Coto denuncian apagones desde octubre en varias zonas del barrio

Esa fue una de las reclamaciones que se llevaron a cabo ante un salón lleno. Pero no la única. El mantenimiento de la línea 15 de autobús sigue siendo un caballo de batalla. «Esta línea no puede desaparecer. No solo ha de mantenerse sino que queremos que se mejore y que se añada otra que comunique con Ramón y Cajal. Necesitamos que se refuerce el servicio«, puntualizó Guisado.

Otras preocupaciones de los vecinos de El Coto se centran en las alturas de los árboles que llegan a colarse por las viviendas. Por ello, se ha instalado un buzón en la sede de la asociación para que los vecinos a lo largo de un mes puedan informar de las direcciones afectadas por este hecho, para que, a su vez, la junta directiva transmita a los responsables las quejas y se busque una solución para informar al servicio de jardinería municipal y que se hagan cargo de ello.

El abandono de diversas parcelas en la zona también fue uno de los asuntos tratados. Entre las calles Avelino González Mallada y Lope de Vega; en la calle Balmes; delante de la asociación, y un palomar en la calle Feijóo son una muestra de esta situación que se vive en el barrio.

Inevitablemente, se insistió en la necesidad de la reforma y adecuación de la plaza de la República, una actuación que estaba marcada desde 2020 en el plan de barrios, y cuyo proyecto final «ni siquiera se ha dado a conocer a los vecinos». También la calle Calderón de la Barca, uno de los ejes esenciales de El Coto, sigue provocando las quejas vecinales, después de que las obras de mejora previstas hayan quedado paralizadas, con los consiguientes atascos y problemas de circulación que provoca este parón.