«Soy un verdadero enamorado de la sidra, vivo por y para ella desde siempre»

Agradecido a la par que incrédulo se mostraba el galardonado esta edición con el 'Tonel de Oro', el maliayo Miguel Ángel Vigón. Allí, en Villaviciosa, ha dedicado toda su vida a la sidra: «Desde que era un adolescente ayudaba a mi padre con las labores y luego di el paso de convertirme en empresario junto a mi hija. Ella es la gerente de nuestra sociedad limitada». Vigón encarna la segunda generación de su llagar. La bodega fue fundada por sus padres en 1943. «Por aquel entonces tenían mucha manzana y, en ocasiones, dificultad para venderla. Así que se animaron a crear el llagar», relató el premiado. El reconocimiento unánime de los llagareros quiere destacar una carrera, toda una vida dedicada a la sidra natural. Vigón no comprende por qué le han elegido a él. «Supongo que porque llevo toda la vida en este mundillo. Soy un verdadero enamorado de la sidra, vivo por y para ella desde siempre», subraya. Vigón dijo sentirse contento, pero, humildemente, insistió en que el premio «es demasiado».