A vueltas con los taxis
En espera de una ley autonómica, el Ayuntamiento gijonés aseguró que se mantendría el número de licencias
Jueves, 20 de octubre 2022, 00:27
Todo vendría, pero vendría lento. Lo bueno y lo malo. Así lo aseguraba, a preguntas de EL COMERCIO, el concejal socialista delegado de la comisión municipal de Hacienda, Julio Gómez Rivas: «El parque de taxis existente en Gijón no sufrirá alteraciones de modo inmediato (... ). El hecho de que en medios de los trabajadores asalariados se espere con cierta impaciencia que el Ayuntamiento abra nuevamente la espita de la concesión de nuevas licencias no supondrá cambios al respecto». Pero tampoco, sin embargo, se preveía regular, por el momento, un mercado de licencias que, si bien estaba regulado en las ordenanzas municipales, no observaba tampoco el seguimiento estricto de los precios que podían llegar a pagarse: hasta 17,5 millones de pesetas, una cifra que se había dado recientemente.
Frente a esas cifras de mareo, la cantidad mínima que reconocía el Ayuntamiento, «y por la que se aplica la correspondiente tasa fiscal, es de 6 millones de pesetas». Todos estos flecos habían intentado solventarse tiempo atrás, sin éxito -no se obtuvo el beneplácito del Tribunal Constitucional- en una norma de ámbito nacional. No pudo ser. Ahora, Gómez Rivas anunciaba que «las comunidades autónomas están en este momento en proceso de elaboración de una ley del transporte que regule también el funcionamiento del sector del taxi. Esa ley debería estar aprobada dentro de este año, según las previsiones que se habían establecido, pero ya estamos en el mes de octubre y no parece que dentro del actual ejercicio vaya a ser aprobada esa norma». Iba lento, pero se esperaba como agua de mayo una normativa que atajase los problemas que afectaban al mundo del taxi, «tanto en lo que afecta a los titulares de licencias como a los asalariados y las diferentes formas de explotación (...) que hubo y hay en España». Con la nueva ley, los ayuntamientos podrían determinar el número de licencias adecuado, evitándose, así, «la gran inflación de taxis que había en una parte importante de las ciudades, lo que conducía a una situación muy negativa».Faltaban, quizás, meses aún, pero llegaría.