«Estamos a 8.000 kilómetros de Cuba y aún así tenemos miedo»

«La policía fue a capturar a un adolescente para que saliera a las calles a combatir contra el pueblo y al ver que se negaba le pegaron un balazo frente a su familia». Esta historia, que contaba Ada Martínez, es una de las muchas que se pudieron escuchar ayer en la concentración por la libertad de Cuba celebrada en la plaza Mayor de Gijón.

«Mi familia no me cuenta todo lo que pasa porque tienen miedo de que les escuchen. Cuando les llamo, no les pregunto mucho porque yo sé lo que hay allí y no les quiero meter en problemas», añadía Osvildo Leyva, de 78 años, que después de 55 años viviendo en Asturias aún sigue sufriendo al tener a una parte de su familia en la isla. «Estamos a 8.000 kilómetros de Cuba y aún así tenemos miedo», reconocía Ada micrófono en mano en el centro de la plaza Mayor.

«De lo último que nos pudimos enterar es que ya habían dado la orden de disparar», decía Yuni Guerra, que lleva tres días sin poder comunicarse con sus padres y sus hermanos. «Ahora mismo todas las líneas de teléfono están cortadas. Han hecho el país hermético para que no podamos comunicarnos», lamentaba.

Y todos cuentan que desde que llegó la revolución hace 62 años, nunca se había producido un levantamiento del pueblo cubano como el que se está dando ahora mismo. «Imagina que vas a salir de tu casa a trabajar y te interceptan a la puerta y te dicen que no puedes salir. Eso es lo que pasa en Cuba y lleva pasando años. Es un ejemplo de adoctrinamiento y represión. Es como un ente que te presiona y vigila durante todo el día», relata Elianne Martínez, residente de Gijón desde hace 20 años. Se fue de Cuba con 13 años porque no comprendía como la gente no se echaba a las calles para luchar por su libertad: «Era frustrante». Explica que no logra entender cómo el pueblo cubano ha aguantado y sigue soportando tanto, «todo el que se oponga al régimen no puede trabajar, no puede salir de casa... Les provocan para que salten y poder arrestarlos. Preparan casos falsos y buscan testigos para que mientan». Elianne sigue teniendo a su madre y a su hermano allí y ya ni les manda medicamentos o cualquier otra cosa por los elevados aranceles que tiene que pagar cada vez que lo hace. «Para mandar cualquier cosa tienes que pagar unas tasas carísimas y encima les llega tres meses después. Si les llega, claro». Así las cosas, remarcaron que Cuba es una «dictadura» y pidieron al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que «llame a las cosas por su nombre».

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