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P. Álvarez
Gijón
Sábado, 31 de mayo 2025, 10:56
La etapa de Elon Musk como mano derecha de Donald Trump en la Casa Blanca ha llegado a su fin. El presidente de Estados Unidos despidió al hombre más rico del mundo este viernes en el despacho oval, aunque el dueño de Tesla quiso dejar claro que seguiría siendo «amigo y asesor» del líder del país norteamericano. Sin embargo, eso no fue lo más llamativo de la comparecencia. El propietario de X (antes Twitter) apareció con un ojo morado, algo que despertó la curiosidad de los periodistas.
Elon Musk justificó las magulladuras de su cara diciendo que su hijo X, de 5 años, le había dado un puñetazo en la cara mientras jugaban. «Le dije: 'Anda, golpéame en la cara'. Y lo hizo», explicó el magnate, que agregó que en un primer momento no sintió mucho dolor, aunque posteriormente le salió un moratón. «¿Fue X el que hizo eso? X podría hacerlo. Si conocieras a X...», profundizó Trump, quien ha aparecido en más de una ocasión acompañado del pequeño.
Cuando le preguntaron inicialmente sobre el golpe, Musk lo ignoró con su habitual humor críptico. «No estaba ni cerca de Francia», bromeó, haciendo referencia a un incidente reciente en el que la esposa del presidente Emmanuel Macron lo empujó en la cara.
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