Un exgendarme se suicida tras confesar ser un asesino en serie buscado desde 1986
Acusado de cinco crímenes, entre ellos la violación y muerte de una niña de 11 años, el exagente se quitó la vida al ser citado por un juez y sentirse acorralado
BEATRIZ JUEZ
PARÍS.
Sábado, 2 de octubre 2021, 01:10
Era uno de los casos sin resolver que traía de cabeza desde hace 35 años a los agentes del 36 Quai des Orfèbres, la antigua sede de la brigada criminal de la Policía francesa en París. Una nota de suicidio y una prueba de ADN han permitido identificar con nombres y apellidos a 'Grêlé', un asesino y violador en serie buscado desde los años 80. Resultó que el criminal era un gendarme jubilado que se suicidó el pasado miércoles al sentirse acorralado cuando las fuerzas de seguridad le pisaban los talones.
Durante más de tres décadas la identidad de este asesino en serie fue un misterio. Se le consideraba sospechoso de cinco crímenes cometidos entre 1986 y 1994, entre ellos el asesinato y violación de una niña de 11 años llamada Cécile Bloch en 1986 en el centro de París. Su retrato robot fue ampliamente difundido en esa época en Francia, después de que fuera visto por los padres de la niña en el edificio donde vivían durante la mañana en la que sucedieron los hechos. La prensa francesa le apodó 'Grêlé' (el picado), por las marcas que le había dejado en la cara el acné juvenil.
Las pistas recabadas a lo largo de estos años por la brigada criminal permitieron orientar las investigaciones hacia la búsqueda de «un sospechoso no identificado que pudo haber ejercido la profesión de gendarme en el momento de los hechos y permitió aislar un perfil de ADN susceptible de pertenecer al autor de los hechos», explicó la fiscal de la República en París, Laure Beccuau, en un comunicado de prensa.
En los últimos meses, el juez instructor convocó a unos 750 gendarmes que habían trabajado en la región parisina cuando ocurrieron los crímenes. «Un hombre de 59 años, con domicilio en el sur de Francia, convocado el 24 de septiembre para una audición el 29 de septiembre, fue declarado desaparecido por su esposa el 27 de septiembre y hallado muerto el 29 de septiembre (en un apartamento alquilado) en Grau-du-Roi», una localidad también situada en el sur del país, precisó la fiscal. La víctima resultó ser François Verove, un exgendarme y expolicía de 59 años que también fue consejero municipal, pero que ya estaba jubilado. El ADN del fallecido, casado y padre de dos hijos, coincide con el encontrado en varias escenas del crimen, confirmó Beccuau.
Verove dejó una nota de suicidio. «Reconozco ser un gran criminal que ha cometido hechos imperdonables hasta finales de los años 90», escribió ante de quitarse la vida, según el diario 'Le Parisien'. El hombre explicó que se sentía buscado por la Policía y confesó ser el autor de varios crímenes, sin dar el nombre de sus víctimas ni las circunstancias. También decía haber sentido «pulsiones pasadas» que había logrado controlar y aseguraba no haber hecho «nada desde 1997», según la prensa.
Con los secretos a la tumba
Didier Seban, abogado de la familia de Cécile Bloch y otras víctimas del asesino en serie, lamentó que Verove se haya llevado con él a la tumba los secretos de sus crímenes, pues muchas preguntas van a quedar sin resolver tras su suicidio. El abogado considera que el caso debería seguir abierto. «Vamos a pedir a la Justicia que continué investigando para saber si pudo tener cómplices y determinar el número de víctimas que pudo causar. Las familias deber tener respuestas», dijo Seban.
La identificación de Verove como 'Grêle' ha sorprendido a sus antiguos colegas. «Estoy perplejo», explicó a la cadena de televisión LCI Denis Jacob, secretario nacional del sindicato Alternative Police y excolega Verove en el departamento de Hauts-de-Seine. Jacob nunca sospechó de él. Le describe como una persona «muy amable, ni violento ni agresivo», aunque sí «muy atormentado».