Italia, Reino Unido y Finlandia también retiran la ayuda a la agencia de la ONU en Gaza

Creada para cooperar con los refugiados de la guerra de 1948, año de la fundación de Israel, la UNRWA brinda servicios de educación, salud y ayuda a los palestinos en Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y el Líbano. Esta agencia de la ONU tiene bajo su protección a dos tercios de los 2,3 millones de habitantes de Gaza y ha desempeñado un papel humanitario fundamental durante la actual guerra.

La denuncia fue presentada por Israel, que proporcionó información sobre la presunta implicación de varios empleados de la UNRWA en los atentados del 7 de octubre. Philippe Lazzarini, comisionado general de esta entidad, rescindió de inmediato el contrato de los trabajadores señalados y ordenó la apertura urgente de una investigación. «Cualquier miembro de UNRWA que haya estado involucrado en actos de terror tendrá que rendir cuentas», advirtió. «El que traiciona los valores fundamentales de las Naciones Unidas traiciona también a aquellos a quienes servimos en Gaza», agregó.

Lazzarini informó de la denuncia israelí a Guterres. «El secretario general está horrorizado por esta noticia», aseguró Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU. El organismo llevará a cabo una revisión «urgente y exhaustiva» de las actividades de la UNRWA. Mientras se desarrolla esa investigación, se está produciendo una cascada de retiradas de ayudas destinadas a la agencia. Primero fue Estados Unidos, aliado de Israel. El portavoz de del Departamento de Estado, Matthew Miller, aseguró que su Gobierno está «extremadamente preocupado» por la posible implicación de miembros de la UNRWA en la masacre del 7 de octubre. EE UU es hoy el principal sostén económico de esta entidad humanitaria. Australia y Canadá emularon enseguida a las autoridades estadounidenses.

Las tres últimas suspensiones de ayuda han llegado desde Europa. El Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido anunció ayer que corta temporalmente la financiación de la UNRWA mientras se revisan las acusaciones y recordó que Londres había condenado los ataques del 7 de octubre como actos de terrorismo «atroz». Uno de los extremos que se investiga es si alguno de los trabajadores ahora despedidos colaboró en el secuestro de rehenes israelíes.

En los mismos términos se expresó el Gobierno italiano, el primero de la Unión Europea que ha dado este paso. No trasladará más ayuda a la UNRWA hasta que se aclare si alguno de sus miembros estuvo implicado en los atentados que fueron el detonante de la actual guerra en Gaza. La decisión la hizo pública el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.

También el ministro de Comercio Exterior y Desarrollo finlandés, Ville Tavio, anunció que su país hace una «pausa provisional en la financiación de la UNRWA» a la espera de una investigación independiente. «Finlandia no da ayuda que beneficie a Hamás», avisó antes de subrayar que «las acusaciones son muy graves». En cambio, Noruega continuará colaborando con la agencia ahora puesta en cuestión porque «la situación en Gaza es catastrófica y la UNRWA es la organización humanitaria más importante que hay ahí», argumentaron fuentes del Ejecutivo noruego.

Israel, por su parte, quiere poner fin a las actividades en Gaza de esta agencia y propone que sea sustituida por una organización dedicada la paz. La Autoridad Palestina, en cambio, insta a todos los países a seguir financiando la ayuda humanitaria a Gaza, donde la población apenas tiene medios para sobrevivir.