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Era un apasionado de la cultura en todos sus frentes. Escritor, amante del cine, músico, Fran Gayo murió en Buenos Aires demasiado joven, demasiado pronto y con demasiadas cosas por hacer. Allí se afincó este gijonés nacido en 1970 que vivía entre los dos océanos desde que en 2009 asumió el papel de programador del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires. Allí estaban su mujer, la cineasta Milagros Mumenthaler, y su hijo Olmo, y aquí el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX), del que fue programador desde 2020 hasta el pasado año cuando, ya muy mermado por el cáncer que padecía, cedió el testigo a Tito Rodríguez.
Aunque en realidad su vinculación con el FICX fue mucho más amplia, puesto que desde los noventa y durante trece ediciones fue programador en la etapa de José Luis Cienfuegos, cuando el FICX se convirtió en el festival independiente y arriesgado que aún sigue siendo. El actual director de la Seminci de Valladolid se confesaba desolado por la pérdida: «No soy capaz de articular un discurso coherente, más allá de hablar de esos trece años trabajando juntos y haciendo algo nuevo, un modelo de festival que no existía y que sigue vigente», afirma Cienfuegos. Pese a que eran sensibilidades opuestas, la química funcionó. «Fran me enseñó a querer profundamente a Gijón y su gente», remataba con el dolor transitando la voz.
El cine fue una de las pasiones de quien tras abandonar Gijón se convirtió en 2009 en programador del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires, el más importante de América Latina. Ejerció tareas de esa misma índole en el Centro Cultural Oscar Niemeyer de Avilés e incluso llegó a dirigir dos ediciones del Festival de Cine de Orense. Desempeñó, asimismo, labores profesionales en la adquisición de contenidos internacionales para la plataforma de VOD QUBIT.TV, y comisarió muestras para la Oficina Cultural de la Embajada de España en Buenos Aires, la Filmoteca de Valencia (IVAC), el Festival Transcinema (Perú), el Centro Cultural de España en Buenos Aires o el Museo Nacional de Bellas Artes de la Argentina. Programó, asimismo, cinco ediciones de la Muestra Espanoramas, organizada en Buenos Aires en colaboración con el ICAA y el Ministerio de Cultura de España.
Pero más allá de todos esos datos que componen un currículo profesional amplio y ecléctico, Gayo era una gran tipo, muy querido en Gijón, que también fue escritor y defensor de la llingua asturiana, que empleó en el poemario 'Les blanques fogueres'. Fue este su segundo volumen de versos. Más adelante se adentraría en la narrativa con 'La Navidad de los lobos', para la que acudió a la historia de su propia familia.
En lo musical, tuvo Gayo proyectos en solitario y en 1997, en aquellos noventa de eclosión cultural, creó el dúo Mus, en el que él asumía los teclados y la voz era cosa de Mónica Vacas. Fue esa una propuesta muy singular, que se definió como un folk sosegado, austero, lírico y muy aferrado a la tierra.
Todo eso le cuenta. Pero más aún lo hacen las charlas, los momentos divertidos, las reflexiones y los días y noches de trabajo y fiesta, muchos en el FICX, en este lado del charco que ya era su casa solo a medias, pues Argentina fue una segunda patria elegida y profundamente amada. «El término casa a estas alturas es complejo para mí, tengo el corazón dividido entre Buenos Aires y Xixón», decía cuando regresó en 2020 para programar de nuevo en el FICX y hacerlo sin mirar con nostalgia al pasado.
En noviembre, en la última edición del FICX, viajó por última vez a Gijón. Dicen quienes le conocen que vino a despedirse. Lo hizo participando activamente en el festival, en presentaciones y otras actividades y compartiendo charlas con los viejos y los nuevos amigos. A Alejandro Díaz Castaño, el director del festival, le costaba verbalizar, pero encontró en estas pocas palabras la manera de resumir el sentir propio y el de todo el equipo: «Una pérdida irreparable, un humanista renacentista, un gran amigo y un conversador inigualable. y obviamente un programador de raza, con una intuición descomunal. Estamos sin palabras, todo nuestro cariño para su familia en estos duros momentos».
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