Fallece José Manuel Díaz Francos, profesor del Instituto Jovellanos, a los 62 años

Luto en el Instituto Jovellanos después de que uno de sus históricos docentes, José Manuel Díaz Francos, falleciese de forma repentina ayer mientras circulaba en bici por el concejo de Salas, de donde era originario y a cuyo instituto se había trasladado para pasar sus últimos tres meses de carrera profesional antes de jubilarse el próximo mes de enero.

Profesor de Geografía e Historia, y muy apreciado y querido entre sus compañeros y alumnos, era marido de Marta Mori, profesora de Lengua del Jovellanos. Tenía dos hijos, «por los que José Manuel se desvivía», coinciden sus compañeros, «en estado de shock» desde que se enterasen de la fatal noticia. El director del Instituto Jovellanos, Juan Carlos Ayllón, lo recuerda «como un excelente profesor, un grandísimo compañero y un tutor entregado con sus alumnos, que le querían y apreciaban muchísimo».

La muerte repentina le sobrevino a los 62 años, apenas una semana después de empezar el nuevo curso lectivo. No lo hizo en el Instituto Jovellanos, si no en el Instituto Arzobispo Valdés de Salas. «Era la ilusión de su vida, poder jubilarse en el instituto de Salas, donde él había estudiado y en la localidad que tenía pensado pasar gran parte del tiempo cuando dejase de dar clase», comenta muy afectado Ayllón, que al igual que sus compañeros guardan «un excelente recuerdo de él». Su viuda Marta Mori, profesora, lingüista y escritora, formó parte de las listas de Izquierda Unida (IU) en las últimas elecciones.

El repentino fallecimiento de José Manuel Díaz Francos tuvo lugar sobre las 3 de la tarde cuando circulaba en bicicleta por la avenida Ricardo Fuster, en Salas. Al parecer, acababa de salir del instituto y se dirigía a su casa cuando sufrió la fulminante indisposición. Cayó desplomado en la calzada. Los primeros en auxiliarle fueron varios testigos, quienes telefonearon rápidamente a los servicios de emergencias.

Hasta el lugar se desplazaron sanitarios, policía y agentes de la Guardia Civil. El equipo médico nada pudo hacer por salvarle la vida. Las primera informaciones apuntan a que sufrió un grave fallo cardiaco.

«Es un palo muy gordo, estaba muy ilusionado por dar clase en Salas este trimestre y en enero jubilarse, no acabamos de creer que haya pasado esto», intentaban asimilar sus compañeros, muy afectados por lo ocurrido y preocupados por su viuda y sus dos hijos, un hijo y una hija jóvenes y a quienes José Manuel «quería con locura».

Sus familiares ultimaban ayer los trámites para organizar su capilla ardiente y su despedida, incapaces de asimilar la terrible e inesperada pérdida de un «marido y padre ejemplar y un profesor entregado y siempre preocupado por sus alumnos».

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