Inundaciones en la zona deportiva de El Pardo, en Navia

El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada El fuerte oleaje que se vivió durante la pasada madrugada ha dejado daños en las instalaciones deportivas de El Pardo (Navia). El campo de fútbol no llegó a inundarse, pero sí las inmediaciones de este, la secretaría y la pista exterior aledaña. La cercana pista de atletismo y el paseo marítimo amanecieron cubiertos de piedras y maleza arrastrados por el mar, así como con balsas de agua. Andrea Arruñada