Que la vergüenza cambie de bando
Sigamos con el camino emprendido. Sigamos trabajando de la mano hacia una sociedad sin violencia de género. Sabemos que el objetivo no es sencillo, pero creemos firmemente que es posible.
Es una cuestión de estadística. Es bastante probable que en el camino que le ha llevado hasta tener este periódico en sus manos se haya ... cruzado con más de una asturiana maltratada. Porque en el Principado, a día de hoy, una de cada 250 mujeres está registrada en el Sistema VioGén de seguimiento de casos de violencia de género. Está vigilada por nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad porque su pareja o expareja la tiene atemorizada. La frialdad de los datos no está exenta de crudeza. Hay 2.122 casos activos en Asturias. Hay 2.122 mujeres que viven con miedo, que necesitan de nuestra ayuda. Y solo es la punta del iceberg: calculamos que solo presentan denuncia el 30 por ciento de las agredidas.
Por eso, un año más, tenemos que hablar alto y claro por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Porque 40 mujeres y ocho niños y niñas han sido asesinadas en nuestro país en lo que llevamos de año. Quiero decir a todas las que sufrís cualquier tipo de violencia que no estáis solas, que tenéis todos los mecanismos a vuestro alcance para poder vivir en paz, tenéis el apoyo de todas las administraciones. Denunciad. Nos comprometemos a garantizar vuestra protección y bienestar porque os queremos vivas. Y no solo me dirijo a vosotras, también quiero lanzar un mensaje a quienes sospechan que alguna mujer de su entorno pueda estar sufriendo en silencio: no seáis cómplices y poneos en contacto con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, porque puede que en vuestra mano esté salvar una vida.
2024 ha sido el año del horrible caso de Gisèle Pelicot. Ha marcado un hito en la lucha contra la violencia de género al no dudar en hacer públicas las agresiones sexuales que sufrió durante décadas. Al exigir un juicio abierto, al exponer la cara de sus agresores, ha inspirado a víctimas de todo el mundo a alzar la voz. Su valentía ha trascendido el ámbito judicial y ha supuesto un paso importante para que, como ella misma ha dicho, «la vergüenza cambie de bando».
Quienes sufrís no estáis solas, tenéis el apoyo de todas las administraciones. DenunciadHay 2.122 casos activos en Asturias. 2.122 mujeres que viven con miedo y necesitan ayudaQuien se sitúa al margen del Pacto, y miro a la derecha negacionista, es una amenaza para las mujeres
La vergüenza no puede seguir estando en el lado de quienes sufren la violencia. Debemos tener claro que la responsabilidad es exclusivamente de ellos, de los que agreden, acosan y humillan. Y también de quienes miran hacia otro lado, perpetuando el pacto de silencio que ampara estas conductas.
Arrinconar al agresor significa no solo sancionar legalmente su conducta, sino despojarlo del entorno de impunidad en el que muchas veces se mueve. Significa que no haya espacio en nuestra sociedad para justificar o minimizar la violencia. Significa que quienes ejercen la violencia sientan la presión de una sociedad que los señala y rechaza su conducta, sin tolerancia.
Para lograrlo, el Gobierno de España seguirá impulsando la educación en igualdad, la formación en prevención de la violencia, la colaboración con la sociedad civil y, por supuesto, el fortalecimiento de leyes y políticas públicas que apoyen a las víctimas y sancionen de manera contundente a los agresores.
Pero es necesario que haya unidad. Uno de nuestros objetivos prioritarios es lograr un nuevo Pacto de Estado contra la violencia de género. Quien se sitúa al margen del Pacto, y miro directamente a la ultraderecha negacionista, es una amenaza para las mujeres. Las víctimas de violencia de género no tienen color político, es obligación de todas y todos protegerlas y rechazar los discursos que cuestionan la legitimidad de sus denuncias, discursos que hablan de violencia intrafamiliar para desligarla de la violencia machista, discursos que tratan de quitar importancia al acoso, a la amenaza y al insulto. Quienes en los parlamentos votan en contra de leyes que protegen a las mujeres, votan en contra de su seguridad, su independencia y su libertad. Así que debemos insistir en pedir unidad, unidad y más unidad. Porque para el Gobierno de España la lucha contra la violencia machista es un tema central, es una cuestión de Estado.
Y no quiero olvidarme de que se cumplen veinte años de la aprobación de la fundamental Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, aprobada por el Gobierno de Zapatero. Supuso un cambio de paradigma en nuestro ordenamiento jurídico y es un referente en la lucha contra la violencia machista por su enfoque integral e innovador. Un ejemplo que ha servido de inspiración en muchos países de nuestro entorno.
Sigamos con el camino emprendido. Sigamos trabajando de la mano hacia una sociedad sin violencia de género. Sabemos que el objetivo no es sencillo, pero creemos firmemente que es posible.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión