Candidatos para mayo
La renovación del liderazgo del PP y el proceso de primarias en el PSOE marcan el cambio en la política asturiana
Los partidos políticos, con la mirada puesta en los próximos comicios autonómicos y municipales de mayo, eligen los nombres de los candidatos que estarán al ... frente de sus listas electorales. En el PP todavía no se sabe quién será el candidato a la Presidencia del Principado, pero Núñez Feijóo tomó una iniciativa importante al descartar a Teresa Mallada para encabezar la candidatura. El presidente nacional del PP ejecutó una decisión que estaba ya asumida por la cúpula del partido el pasado verano, como desveló EL COMERCIO, aunque Mallada siguió con la actividad de preparar el programa electoral. Las diferencias dentro de la organización, con falta de sintonía entre la presidenta con el acalde de Oviedo, problemas con el grupo municipal de Gijón y con los cargos del partido que habían colaborado con su antecesora, Mercedes Fernández, unido a no haber tomado iniciativas para reagrupar el centro-derecha, labor necesaria para mejorar los resultados electorales, hicieron que desde la dirección nacional hayan optado por el relevo. La hoja de ruta pasa por la celebración de un congreso de unidad en las próximas semanas. De no darse las condiciones para ello, el Comité Electoral Nacional designará al candidato a la Presidencia del Principado, que también está destinado a sustituir a Mallada al frente del partido porque en el PP, salvo excepciones, no se contempla el modelo de la bicefalia. El camino a recorrer no es fácil. Tienen que encontrar un candidato que reúna las condiciones de unir a todo el partido en torno a su figura, capaz de abrir un diálogo fructífero con otras fuerzas de la derecha y con un discurso atractivo para el electorado. En las últimas cuatro elecciones autonómicas, el PP asturiano obtuvo la mitad de los escaños que en la primera década del siglo. En un momento en que las encuestas, a escala nacional, constatan una tendencia creciente del PP, no sería fácil de explicar que el voto liberal-conservador en Asturias siguiera muy por debajo de la media autonómica.
En el PSOE también se producen movimientos para decantar los candidatos electorales, pero la situación es muy distinta. En el Principado, el actual presidente, Adrián Barbón ya manifestó su voluntad de encabezar la candidatura. En el plano municipal están planteadas las elecciones primarias en los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes donde no hay alcalde socialista. En Mieres y Castrillón sólo se presentó un candidato, así que únicamente habrá urnas en Oviedo, en la sede de la AMSO, con tres aspirantes a la Alcaldía, Ricardo Fernández, Natalia Sánchez y Carlos Fernández.
En Gijón se presentó una situación singular, que no se dio en ninguno de los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes en España. El Reglamento Federal de las Primarias señala que los alcaldes socialistas podrán optar a la reelección si así lo desean, salvo que más del 50% de la militancia demande elecciones internas. Pese a las dificultades que supone reunir firmas de la mitad más uno de los afiliados, un grupo de militantes gijoneses lo logró, con holgura, al presentar 675 firmas, cuando eran necesarias, 592. La alcaldesa, Ana González, interpretó la iniciativa como una moción de censura y renunció a repetir mandato. Luis Manuel Flórez, «Floro», dio un paso al frente y se presentó como candidato, apoyado por la dirección de la agrupación socialista de Gijón. Posteriormente, la abogada Ana Puerto, hizo otro tanto. Ambos presentaron el número más alto de avales que permitía el reglamento de las primarias. Son dos candidatos con perfiles distintos, pero con gran atractivo para los cerca de 1.200 afiliados de la agrupación socialista y con experiencia y conocimientos para poder estar al frente de la ciudad. A todos los que participan en el proceso, y a la FSA, les interesa que acabe bien, sin dejar resquemores, porque es un ejercicio de democracia y de reivindicación del poder de las bases de los partidos, como pocas veces se ejerció en una gran ciudad. La propia imagen de Gijón, como ciudad tolerante, abierta y crítica, sale fortalecida.
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