Derecha dopada
Un partido, sea el que sea, que gobierna muchos años una autonomía o un país acaba constituyéndose en una mafia
Y avasallante. Estamos desbordados. Así que veamos hoy la enfermedad española. Decididamente no, no me gusta el PSOE y menos el SOMA que tanto daño ... hizo y probablemente siga haciendo a Asturies. La verdad que es fácil de constatar que un partido, sea el que sea, que gobierna muchos años una autonomía o un país acaba constituyéndose en una mafia. Pero la situación política a la que estamos llegando es mucho más que preocupante. Es un insulto a la inteligencia, a la ética, al Derecho, a las personas de bien y al periodismo, entre algunos más. Pedro Sánchez llegó al poder tras una remontada en su partido y en su ascenso al poder como presidente. En el PSOE venció contra pronóstico al tándem Susana Díaz y Javier Fernández; ella, una auténtica bulldozer política con modales de pistolera y el otro un raposu político, anti-asturianista patológico y hombre autoconvencido de su valía y de sus creencias, aunque esto último no lo tengo claro. En España venció porque Rajoy mandó a los piolines a Cataluña, entre más desafueros. Sánchez tuvo que aceptar a dos pulpos maleantes (y más) por compañía, que vieron la oportunidad de saciarse apoyándolo con algunas trapacerías. Y claro, rescampló. Esto no justifica para nada la tremebunda oposición que viene haciendo el PP desde el 11M. Es de asco cómo los togados de este país están volcados en hacer el trabajo sucio a los poderes más oscuros de España, lo mismo que los medios de comunicación que mienten, callan o apoyan al inane, vulgar e impostado Abascal, al amortizado Feijóo y a la impresentable Ayuso.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión