Alerta para el Principado

Todo indica que esta legislatura no será como las anteriores, donde los nacionalistas se limitaban a reclamar mejor trato presupuestario. Hay pactos firmados que pretenden un reajuste del Estado, que empezaría por convertir algunas comunidades autónomas en naciones y, desde una negociación bilateral, introducir cambios decisivos en el reparto de recursos entre los territorios. De ser así, se acabarían creando dos modelos de autogobierno, uno para las «nuevas naciones», con derechos exclusivos, y el otro para el resto.

El Principado tiene que defender los derechos de los asturianos en un escenario limitado por la mayoría parlamentaria plurinacional, formada por el Gobierno de coalición y sus aliados nacionalistas, y el amplio conjunto de comunidades gobernadas por el PP. Hay que reactivar la declaración de Santiago de Compostela, con una reunión de los presidentes de las ocho regiones que defienden un sistema de financiación basado en el coste de los servicios, que tiene como lema solidario, «todas las personas deben recibir los mismos servicios, vivan donde vivan». Frente a los intentos de imitar la fórmula foral, debe hacerse una llamada a compartir un modelo homogéneo. Otro objetivo debe ser la reunión del Pacto de Toledo para hacer frente al intento de crear una Seguridad Social segregada en el País Vasco. La caja única es un instrumento de solidaridad irrenunciable, máxime para regiones como Asturias, donde sólo tenemos 1,2 cotizantes por pensión. El Principado debe estar al frente del discurso de la cohesión territorial y social porque lo que está en juego no es el fracaso de una legislatura, sino un retroceso que se lleve por delante todo lo avanzado desde la transición.

Adrián Barbón recordó algunas cuestiones concretas que componen el debe del Estado con Asturias, como el plan de las cercanías ferroviarias. Dada la capitalización de las cercanías ferroviarias catalanas, realizada por el Gobierno en los últimos dos años, y las condiciones pactadas para transferir la red de Renfe a la Generalitat, no pueden admitirse en Asturias más demoras y recortes en la aplicación de lo planeado. Lo mismo cabe decir de la adjudicación del vial de Jove, una infraestructura indispensable por razones portuarias y medioambientales. El desarrollo del ramal noroeste del Corredor Atlántico es una actuación imprescindible para estar conectados al mercado europeo. El anuncio de Pedro Sánchez de cofinanciar actuaciones para reducir o acabar con las listas de espera en la sanidad, también es una iniciativa interesante, tras el fracaso del plan de choque del Principado. El recién investido presidente también habló de defender la armonización fiscal entre comunidades. Tiene ahora el presidente asturiano una magnífica ocasión para atacar la desigualdad fiscal, dirigiendo la crítica al plan de la Generalitat de alcanzar la soberanía fiscal. Más allá de reivindicar una u otra actuación, lo importante es que el Principado entienda que entramos en una etapa muy especial donde las exigencias territoriales de los nacionalismos, si se satisfacen, conllevan ineludiblemente un daño grave para Asturias.