Expansivo e inversor
Las políticas sociales, como la sanidad, la educación, servicios sociales o vivienda pública alcanzan cifras máximas
El consejero de Hacienda y Fondos Europeos, Guillermo Peláez, ha depositado en la Junta General del Principado el proyecto de presupuestos del Gobierno para 2024. ... Con 6.348 millones de euros es el mayor de la etapa autonómica, incrementando en el 6,3% el volumen de recursos gestionados en 2023. Entre las partidas destaca la inversión productiva, con 993 millones, la cifra más alta desde el año 2009. El gasto social alcanza los 4.107 millones, representando el 64,5% del presupuesto. Al igual que en años anteriores la partida destinada a salud es la de mayor cuantía, con 2.322 millones, donde se juntan inversiones, como los 32 millones destinados a la ampliación del Hospital de Cabueñes, con un mayor gasto en personal para mejorar las listas de espera y la salud mental. A educación se dedican 853 millones; cabe resaltar la gratuidad en la primera etapa de la Educación Infantil (0-3 años) y las primeras escuelas de carácter autonómico para ese segmento de edad. Los servicios sociales tienen consignados 545 millones, destinando 34 al servicio de ayuda al domicilio y 32 millones al plan concertado con los ayuntamientos. Tal como demandaba Ovidio Zapico, consejero de IU en el Gobierno de coalición, la vivienda contará con 98 millones, con lo que podrá ampliar el parque de vivienda pública.
Guillermo Peláez afirmó que el proyecto de presupuestos «blinda el Estado del Bienestar». Es cierto que se destinan las mayores cantidades de recursos a esa finalidad, aunque en términos relativos (porcentuales) los presupuestos del Principado siempre dedican dos tercios de los recursos al gasto social. Para poder hablar de blindaje es preciso contar con una financiación creciente, acompasada al constante crecimiento del gasto, algo que no está hoy al alcance de ningún gobierno ante las incertidumbres que penden sobre el nuevo modelo de financiación, con la ventana abierta a acuerdos bilaterales con algunos territorios, que drenarán, inevitablemente, los recursos que lleguen al resto. Por lo que respecta a la sostenibilidad de las partidas del presupuesto sería conveniente una revisión del gasto en operaciones corrientes, como es el gasto en personal, que aumenta (8%), por encima del crecimiento de las cuentas regionales.
El proyecto está confeccionado bajo condicionantes macroeconómicos derivados del Plan Presupuestario para 2024, enviado por el Gobierno a la Comisión Europea, en octubre. El déficit público de las comunidades autónomas sólo puede ser de una décima sobre el PIB esperado. Asturias está en una situación sólida para las exigencias del próximo ejercicio, cuando se restablecerá la disciplina fiscal desde Bruselas, una vez cerrado el paréntesis abierto por la pandemia. En el actual ejercicio, el Principado terminó el primer semestre con superávit fiscal (4,2%), al ser la región que menos incrementó el gasto. Sólo otros dos territorios acabaron con superávit (Navarra y Baleares). Otro dato positivo es la evolución de la deuda viva consolidada, que se reduce en 61 millones con respecto al presente año. El endeudamiento alcanzó el cénit en 2020, con 4.447 millones, situándose para el próximo ejercicio en 4.256. Es muy importante la amortización de la deuda en un escenario de difícil pronóstico sobre la evolución de los tipos de interés. El Principado profundiza en la «vía fiscal asturiana», denominación dada por el presidente Adrián Barbón a la política de deducciones o rebajas fiscales selectivas, según niveles de renta. Destaca la extensión del tipo mínimo en el Impuesto de Donaciones (2%) para transmisiones de hasta 150.000 euros. También es notable la condición de familia numerosa al tener el segundo vástago, duplicándose la subvención si son menores de 25 años, de 300 euros a 600. Para aumentar la población, el Principado incentivará con mil euros a los que se domicilien fiscalmente en Asturias. Un presupuesto inversor y expansivo que precisaba del voto de Podemos o Foro para ser aprobado. Los morados anunciaban ayer su visto bueno. Es un documento enmendable, pero solo desde la irracionalidad podría ser rechazado.
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