Un Gobierno renovado

Solo repiten cuatro consejeros. Lydia Espina seguirá de consejera de Educación, quedando desgajada la Formación Profesional de sus competencias, mientras que Melania Álvarez continuará de consejera de Derechos Sociales y Bienestar, pero sin alguna de las competencias que tenía antes, como la vivienda y sociedades adscritas: Vipasa, Sedes y la Fundación de Estudios de Calidad Edificación Asturias (FECEA), que pasarán a gestionarse desde la macroconsejería de Convocatoria por Asturias. Alejandro Calvo se mantendrá como consejero de Fomento, integrando también las competencias sobre Cooperación Local y Prevención de Incendios. Los devastadores incendios ocurridos a finales de marzo y primeros días de abril han llevado al presidente del Principado a colocar la prevención del fuego entre los principales cometidos de su ejecutivo, como queda evidenciado al formar parte del frontispicio de la Consejería.

Borja Sánchez no solo será consejero de Ciencia, sino que asume las competencias sobre Empresas, Formación y Empleo. Ya estaba al frente de la educación superior (universidad) y ahora se hace cargo de la Formación Profesional. Para acercar el ámbito empresarial al Principado habrá una dirección general específica en su consejería. El empleo será otra de las nuevas áreas que estará bajo la responsabilidad de Borja Sánchez. Los contenidos que gestionaba Borja Sánchez, al principio del pasado mandato, eran la ciencia, la innovación y la universidad (año 2019); ahora han dado paso a un conjunto más amplio que incluye al sector empresarial, el mercado de trabajo y buena parte de la educación secundaria.

Más de la mitad del Gobierno son rostros nuevos, como Guillermo Peláez, inspector de Hacienda, que estará al frente de la Consejería de Hacienda y los Fondos Europeos. Concepción Saavedra será consejera de Sanidad, un puesto al que llega con el conocimiento que da haber sido gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). Lo mismo sucede con Nieves Roqueñí, consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, que fue en el anterior mandato, viceconsejera de Medio Ambiente. Hay un territorio compartido entre la Consejería de Ciencia y la de Transición Ecológica, que es la vinculación entre empresa y el desarrollo económico. La Consejería de Transición Ecológica tendrá una viceconsejería dedicada a la industria. El exvicepresidente del Parlamento y exalcalde de Tineo, Marcelino Marcos Líndez, será el consejero de Medio Rural y Política Agraria, en un momento clave para el sector, que se ve reconocido con un departamento exclusivo.

Adrián Barbón asume las competencias de Cultura, Política Lingüística y Deportes, que desarrollará a través de una viceconsejería que tendrá a la escritora Vanessa Gutiérrez como titular. En el discurso de investidura ya había avisado de su intención de reformar la Ley de Uso y Promoción del Asturiano como parte de la recuperación del orgullo de pertenencia e identificación con Asturias. Hay ya un equipo renovado de gobierno, con un reparto de competencias muy distinto, que busca responder a esa «década del cambio» que preconiza Adrián Barbón.