Día Internacional contra la LGTBIfobia: avancemos
Los centros de trabajo tienen que ser espacios libres de discriminación, donde ningún trabajador o trabajadora se vea forzado a reprimir su orientación sexual
No hay que buscar muy lejos los motivos para explicar por qué sigue siendo necesario el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la ... Transfobia, que se celebra mañana. Sólo en la última semana, hemos conocido agresiones a una menor trans que fue insultada cuando caminaba por la calle, y lo denunciado por el cantante Miguel Garena, agredido en su puesto de trabajo como celador en un hospital.
Hemos avanzado como sociedad, pero los delitos de odio están lejos de haber sido erradicados.
UGT Asturias trabaja activamente para acabar con todas las situaciones de LGTBIfobia a las que día a día se siguen enfrentando los trabajadores y trabajadoras en la región. Lo hacemos en el grupo de trabajo que desembocará en la futura Ley LGTBI autonómica, prometida por el Gobierno para que sea tramitada en 2025, llevando medidas a la mesa de la Concertación Social, y en el día a día, a través de nuestros delegados sindicales.
Los centros de trabajo tienen que ser espacios libres de discriminación, donde ningún trabajador o trabajadora se vea forzado a reprimir su orientación sexual. No se puede consentir que el 78% de las personas lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales hayan sufrido algún tipo de violencia en su trabajo, y casi la mitad hayan tenido que ocultar su orientación para evitarlo. Igual de intolerable es el hecho de que el 40% de las personas trans hayan sido expulsadas del mercado laboral debido a su identidad de género.
Para hacer frente a esta situación, la Ley 4/2023 recoge mecanismos introducidos por UGT en la negociación. Las empresas tendrán que cumplir el artículo 15.1, que establece la obligatoriedad de contar con un protocolo de actuación para la atención del acoso o la violencia contra este colectivo. De la misma forma que resulta imprescindible que la Ley de Empleo desarrolle medidas que acaben con las situaciones de vulnerabilidad a las que se enfrenta el colectivo LGTBI, y que se le incluya en los itinerarios formativos y las políticas activas de empleo. Sólo desde el impulso de las políticas públicas se pueden atajar estas discriminaciones.
La igualdad de trato y de oportunidades tiene que ser real erradicando toda forma de odio y violencia hacia el colectivo.
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