Hay ciudades que solo con oír su nombre sentimos deseos irrefrenables de visitarlas. Granada, eminentemente turística lo brinda todo, desde la filigrana del arte oriental ( ... Alhambra y sus Palacios Nazaríes), al crepúsculo gótico, desde la mejor manifestación del Renacimiento español (Palacio de Carlos V) a la exaltación del Barroco del arte religioso. Aunque muy transformada desde principios del siglo XIX por un trazado urbano que apostó por la demolición y una arquitectura impersonal, similar a la de otras capitales modernas, conserva la impronta de su ascendencia medieval y musulmana en sus calles estrechas con irregulares y en cuesta de barrios tan emblemáticos como el Albaicín (justo donde vive mi hija Verónica, junto a mi nieta Carmen y mi yerno Mauricio), con sus 'cármenes' (casas con patios, huertas y jardines), algunas de ellas con vistas privilegiadas a la Alhambra que el viajero puede disfrutar desde el mirador de la plaza de San Nicolás.
Recientemente estuve allí. Granada es pura belleza y frío. Es sabido que en Guadix se crea el frío y luego se exporta a todo el mundo. Experimentando tres formas de creatividad: combinatoria, exploratoria y transformatoria coincidiendo todas ellas en que lo que Dios ha unido que no lo separe la IA.
Actuó la exgimnasta olímpica Almudena Cid como brillante presentadora. Vivimos sensaciones en clave de territorio, como la protagonizada por la empresa balear Can Company con sus 50 años de historia haciendo sobrasada con razas autóctonas, capitaneada por el sabio Xesc Reina; Ana Belén González Pinos, la reina del queso, o el chef Chechu González del restaurante María de la O, bajo el marchamo del Congreso Enclave Granada, todo ello bajo la gestión de la Diputación de Granada y la marca Sabor Granada. Teniendo en cuenta como punto de partida, que aun siendo muy importante el talento, la aptitud está por encima de la actitud sumada a la perseverancia y al interés.
En ello coincidieron en su ponencia 'En clave de estrellas', el triestrellado asturiano Nacho Manzano y su discípulo Juan Aceituno (una estrella Michelin), en tanto aseguraban «que la sostenibilidad es felicidad en el tiempo, pudiendo crear emoción con una simple cebolla». Finalizó Aceituno la ponencia con una contundente frase: «Soy lo que soy hoy en día gracias a Nacho Manzano». Qué orgullo.
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