Elogio al Festival de Blues de Asturias
El mágico círculo de los doce compases se resiste a cualquier intento de definición. Y más que la calidad de la voz, más que la armónica, que el saxo, que las guitarras, que la batería, es la intensidad del sentimiento lo que conmueve a quien escucha
Hasta al 12 de octubre se celebra el lV Festival de Blues de Asturias. Al igual que en anteriores ediciones tiene lugar en Luarca, la ' ... Villa Blanca de la Costa Verde'. En 'Luarcassissippi' vamos a sentirnos como si estuviésemos en el Delta del Mississippi, en Chicago o en Memphis y aunque no escucharemos a Etta James, Koko Taylor, Jhon Mayall, Jhon Lee Hooker, BB King o a Eric Clapton, sí vibraremos con Kid Carlos Band, Ladies In Blues y Patricia Göser y Blues Company, entre otros.
En anteriores ediciones tuvimos el inmenso placer de escuchar a Betta &, The Groovers, Balta Bordoy &, The Bad Boys, John Paperback sings, Ray Charles, Sweet Marta &, The Blues Shakers, Mingo Balaguer &, Pablo Sanpa Blues Blasters y Red House Revival. La plaza de Alfonso X el Sabio no es el 'Kingston Mines' ni el 'Buddy Guy's' de Chicago, tampoco el 'Beale Street' de Menphis o el 'Clarksdale' de Mississippi, pero se asemeja porque cuenta con un paisanaje entregado y fiel que está a la altura de los bluseros que frecuentaban los míticos clubes norteamericanos.
El otro día cené con unos amigos, a los que, como a mí, les gusta el jazz y les conminé a que nos acompañaran a 'Luarcassissippi'. Durante la conversación uno me dijo que desde hace años no escucha blues tocado por gente joven. Me preguntaron si merecían la pena las bandas, pues la mayoría de las figuras míticas del blues murieron. También se interesaron por la afluencia de gente, al parecer ya no le gustan los conciertos masificados. Les contesté que en el panorama actual existen muy buenos bluesmen y al igual que sucedió con el jazz a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI existe un potente relevo generacional, que además han sabido fusionar el blues con otros estilos. No es una novedad, ha sucedido desde los inicios del blues. De hecho, si atendemos a su historia veremos que el blues se ramificó dando lugar al Boogie Woogie, al folk Blues, al soul y hasta el funky, estilos que hunden sus raíces en el blues. Cómo no citar a los míticos discos de la Vargas Blues Band, 'Blues Latino' y 'Texas Tango', o la 'vozarrona' de Shemekia Copeland, que en sus letras canta sobre racismo y política.
En lo que respecta a si es un festival de masas, les comenté que en las ediciones anteriores podías moverte y bailar sin problemas, permanecer sin presiones cerca del escenario y además la plaza de Alfonso X el Sabio tiene espacio suficiente, en ningún momento se saturó (si les digo la verdad dudé escribir este artículo para evitar que el festival se masifique, bromeo).
Para sumar elogios al festival tenemos que tener en cuenta que los conciertos son gratuitos y después de los mismos suele haber una carpa donde proyectan películas que entroncan con el marco temático. Recuerdo haber visto en una edición anterior la película 'Bird' (1988), dirigida con maestría por Clint Eastwood, que narra la turbulenta vida del saxofonista de jazz, Charlie Parker.
Si a todo lo anterior añadimos las Jornadas Gastronómicas Bluseras, que se celebran paralelamente en La Montañesa, La Pepa, El Miramar, Villa Blanca, etcétera, donde podemos degustar un menú 'Ray Charles', un 'Gary Moore', una tapa 'Bessie Smith' o una 'Buddy Guy'; nos sumergiremos en un ambiente blusero que nos recorrerá todos los poros de la piel, los oídos y hasta el paladar. Por otra parte, también podéis asistir a Luarca los amantes del rock. No debemos olvidar que el rock es una fusión del blues, el rhythm & blues y la música country.
Cuentan que en los comienzos del blues le preguntaron a un viejo bluesman, ¿qué es el blues? Su respuesta fue: «no sé lo qué es el blues». Ahora, como entonces, el mágico círculo de los doce compases se resiste a cualquier intento de definición. Y más que la calidad de la voz, más que la armónica, más que el saxo, más que las guitarras, más que la batería, es la intensidad del sentimiento lo que conmueve a quien escucha. Por eso, cualquier fingimiento es imposible. No existen blues malos, si son auténticos son buenos siempre. Y como cantaba el gran bluesman, Cootie Willians, con su voz seca: «Entiendo el blues del norte/ el blues del sur/ el blues de cualquier parte/ el blues del este/ el blues del oeste / el blues de cualquier parte. Entiendo muy bien la tristeza/ oh mi baby/ cuando no estás allí/ no estás allí/ no estás allí».
El blues, como su nombre indica, es tristeza, melancolía y 'tener el blues' es sentir tristeza ante una situación a la que no se ve remedio. Parafraseando a Loriga, sentirte como Gary Moore no te convierte en Gary Moore, pero no sentirte como Gary Moore te convierte en casi nada. Tuve el gusto de asistir a los festivales de 2023 y 2024. Espero, si los hados no son adversos, volver a disfrutar durante estos días de las cálidas vibraciones que transmite la magia del blues en directo. Es blues, es solo blues. Espero que disfruten del Festival de Blues de Asturias.
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