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La Fundación José Barreiro, que preside Jesús Sanjurjo, ofreció el martes en el Espacio Maqua la oportunidad poco habitual de juntar a dos personalidades de ... la empresa y la innovación para hablar de competitividad fundamentalmente, dentro del programa 'Asturias 2050. Una visión a largo plazo para la región'. Tuve el encargo y el privilegio de moderar la conversación entre Orlando Alonso y Nicolás de Abajo, representantes de dos casos de éxito. El primero como presidente ejecutivo de Windar Renovables, una multinacional situada en el liderazgo mundial en el sector eólico, y el segundo como responsable del centro de I+D+i de ArcelorMittal España (Avilés, Gijón, País Vasco y Madrid) y coordinador de los otros once que la multinacional siderúrgica tiene repartidos por el mundo. Hay que insistir: dos casos de éxito sin duda porque el empresario lideró el proceso de internacionalización de una compañía que nació en 2007 en Avilés y que hoy cuenta con plantas de fabricación en Europa, América y Asia, además de participar en los proyectos más relevantes en el mundo eólico terrestre y offshore. Y en el caso del responsable de innovación porque todo el mundo lo sitúa como una de las mentes privilegiadas de este país, capaz de conectarse a diario con los responsables de los centros de Canadá, Estados Unidos, Brasil, Luxemburgo, Francia y España, mientras que el sentido común nos indica que no tardará el desembarco de la innovación de ArcelorMittal con nuevos centros en India y China.
Fue una conversación cordial y entretenida entre amigos, pero a la vez cumplió con el objetivo de reflexionar sobre la competitividad de las empresas en Asturias ligada a la innovación. De Abajo dio las claves para que desde el centro de Avilés, que se inició con apenas veinte personas, se haya pasado a coordinar el trabajo que se hace internamente para encontrar nuevos procesos de fabricación, nuevos productos, generar nuevas startups y empresas filiales de éxito en Asturias como The Next Pangea (declarada por la revista Forbes como una de las más destacadas de España en 2024), The Steel Printers (impresión 3D) o ArcelorPowders (fabricación de polvo de acero para la fabricación aditiva). Anticipación, entorno sociocultural y gestión del riesgo, incluido el fracaso, fueron aspectos destacados por este ingeniero e investigador para que desde Avilés él mismo coordine todos los centros mundiales en general y también aspectos como el de la inteligencia artificial, la descarbonización o la fabricación aditiva, con otros tres asturianos al frente.
Hablando de innovación, Nicolás de Abajo apuntó su efecto multiplicador, al obtenerse un retorno de casi tres euros por cada euro público invertido, echando de menos una mayor apuesta de la inversión privada. Un primer toque de atención para tener en cuenta. Orlando Alonso habló de la importancia del centro de I+D+i de Windar, pero también advirtió que en su caso, al ser una multinacional, los resultados de esa innovación se trasladan a los países en donde también se opera. Y lo hizo antes de enumerar lo que a su juicio son problemas y carencias que están afectando a la competitividad de las empresas.
Denunció en ese sentido la alta tasa de absentismo que se da en Asturias, que se eleva al 7,5 por ciento, y creciendo, lo que equivale a cinco jornadas laborales por cada trabajador, según los datos de Ranstand Research. La industria es además el sector más afectado, con un 7,2 por ciento, seguida de los servicios y la construcción. Un problema que viene de lejos y que no debería sorprender a nadie.
Estamos ante un asunto que su solo planteamiento provoca un cierto rechazo en determinados ámbitos políticos y sindicales, lo mismo que sucede cuando se habla de las colas del paro y la necesidad de establecer mayores controles en la oferta de empleo y la percepción de los subsidios.
Los problemas no quedaron ahí en la exposición del empresario, que expuso las dificultades para encontrar trabajadores por un lado y gente formada por otro. Tampoco convendría tratar de esconder esta situación, cada día más agravada a nivel general y en Asturias en particular en la industria y en todos los sectores.
Más cuestiones que lastran la competitividad de las empresas. Precios de la energía y de la materia prima, invasión escandalosa de producto chino en la Unión Europea buscando atajos normativos a través de países como Turquía, que hace de puente 'legal' para inundar el mercado del acero. Y también, la amenaza diaria de no saber qué ocurrencia tendrá mañana el histriónico y deplorable inquilino de la Casa Blanca, dedicado últimamente a 'rifar' la cuantía de los aranceles, país por país, lo que está consiguiendo poner la economía general patas arriba, incluida la de Estados Unidos.
Y por último, otra observación importante: la falta de un mercado interno que prácticamente obliga a fabricar para la exportación, lo que a medio y largo plazo puede suponer un desinterés por la inversión local para llevarla a aquellos países que sí ofrecen un horizonte pujante. El caso del eólico terrestre y marino es un ejemplo paradigmático en Asturias y en todo el país. De ahí que los dos protagonistas abogaran por la creación de un 'sandbox' empresarial, que permitiría un entorno donde se podrían ejecutar ensayos y pruebas para llevarlos luego a la práctica.
En suma, dos casos de éxito que sirvieron también para alertar sobre las debilidades que amenazan la competitividad de nuestra región. Una buena reflexión para ese diseño de la Asturias 2050.
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