El coche autónomo y la legislación europea

Los avances tecnológicos en la industria de la automoción unidos a la implantación del 5G ya permiten circular a un vehículo por las calles de ... una ciudad sin necesidad de conductor. Esto que parece ciencia ficción ya es una realidad en muchas ciudades de Estados Unidos donde podemos ver, por ejemplo, a un perro viajando solo en un taxi autónomo sin conductor al que su propietario envía a un destino. En Europa la tecnología también existe, y sin llegar al extremo de las ciudades americanas, en Alemania, por ejemplo, se puede conducir en determinadas autopistas sin necesidad de que el conductor haga nada ni toque el volante, pero es necesaria la presencia del mismo abordo del vehículo. En España todavía estamos años luz de la conducción autónoma. Aquí lo máximo permitido es un nivel 3 que implica que el vehículo conduzca solo durante unos segundos, e inmediatamente el conductor debe apoyar las manos en el volante para detectar su presencia y control. El problema radica en la legislación. En caso de accidente quién se hace responsable del mismo. El proveedor del sistema de conducción autónoma, el fabricante, el propietario del vehículo, la aseguradora. No existe legislación al respecto y ni está sobre la mesa asumir quién le pone el cascabel al gato. Habrá que seguir esperando.