Cabueñes y la trampa del HUCA
Las grandes obras públicas sanitarias en Asturias no son, digamos, un ejemplo sano de ejecución. Lo que está ocurriendo con la ampliación de Cabueñes, cuya ... construcción ha frenado en seco la Consejería de Salud por las demoras que acumulaba, el 'envejecimiento' del proyecto y también por el sobrecoste que pretendía la UTE constructora, ya se vivió con el HUCA hace más de una década. En estos días en los que los políticos se afanan en culparse unos a otros por el parón de las obras en Gijón, habría que recordarles que la ejecución del afamado HUCA protagonizó trece reformas antes de su apertura, el 14 de junio de 2014. El megahospital que ahora se erige, imponente, en La Cadellada, en Oviedo, tuvo un sobrecoste de 90 millones de euros (elevando a 300 millones su coste de construcción) y sufrió 4,5 años de retraso. El HUCA debía estar concluido en diciembre de 2009, pero los tajos no acabaron hasta mitad de julio de 2013.
Pocos se acuerdan ahora de todo esto, pero sería bueno que Cabueñes no cayera en la misma trampa. De ahí la importancia de haber pegado un puñetazo en la mesa y no ceder ante la pretensión de la UTE de obtener un sobrecoste escandaloso, que se elevaría a casi tanto como el valor del proyecto original: 79 millones de euros. La ampliación del hospital gijonés nació casi como de prestado, sin proyecto inversor y como anuncio electoral en 2015. Pocos creían en él en aquel entonces y puede que de aquellos barros, estos lodos.
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