En plena crisis de las baterías, cuando el mercado automotor de cero emisiones no parece coger la velocidad de crucero que se vaticinaba, resulta que ... los coches eléctricos se perfilan como la solución para el futuro vial de Jove. ¡Vaya por Dios! Esta sí que no la vi venir. El Ministerio de Transportes está empeñado en colarnos como sea su proyecto de vial en superficie y si para ello nos tiene que convencer de que en el año 2050 el cien por cien de los coches (ojo, no camiones, sino coches como el suyo y el mío) van a ser eléctricos, y que la contaminación resultante del tráfico rodado va a ser testimonial, pues lo hace.
Para 2050 faltan 26 años, el mismo tiempo que nos hemos tirado debatiendo, aprobando y desautorizando proyectos vinculados al vial de Jove. Casi nada, como el tango de Gardel. Y ahora, después de tanta milonga y quilombos, sacan a escena, cuan mantra, a los vehículos eléctricos. Según los expertos de Ineco, empresa que ha elaborado por indicación ministerial las diferentes alternativas del vial de Jove en superficie, dentro de dos décadas en La Calzada, Jove, Veriña, El Natahoyo, Pescadores, El Cerillero, El Musel y en el resto de Gijón, todos vamos a conducir un coche enchufable. Seremos ciudadanos cero emisiones. Lo que no parece tener en cuenta Ineco y los técnicos del Ministerio de Óscar Puente es que el vial de Jove está pensado fundamentalmente para tráfico pesado, donde los motores eléctricos brillan por su ausencia. Pero ese es ya otro cantar.
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