De todo, como en botica
El fin de semana tuvo de todo en el Sporting, como en botica. Lo mejor fue el triunfo del femenino, con el añadido de que ... fue en un derbi, que sabe mejor. En el masculino abundaron las decepciones.
El Sporting F tuvo una planificación con aire de abandono. Se fueron las mejores jugadoras para reducir el presupuesto. La prioridad fue económica. Lo deportivo quedó en un segundo plano. Así de claro. Los últimos resultados sacaron al equipo de la cola y permiten ilusiones de permanencia. El calendario es accesible hasta el final del año. Luego habrá que seguir remando para salir del descenso.
El Sporting llevaba camino de la alegría total en Riazor. Una frivolidad en cadena facilitó el empate gallego. El final fue agridulce. Albés controló bien el partido, pero en el tramo final se ofuscó sin hacer los cambios más oportunos. El vigués es valiente, pero le falta una vara de medir para reducir la osadía de su ambición cuando precisa amarrar. Le pasó más veces. Debería tomar buena nota. Los puntos perdidos no vuelven.
El Sporting Atlético causó una horrible impresión ante el modesto L'Entregu, incapaz de ganarlo. El resultado originó tanta decepción como la imagen del juego. Es incomprensible que un filial como el rojiblanco, con un sistema de trabajo profesional, sea tan vulgar, sin jugadores para solventar alguna urgencia en el primer equipo. También lo dijo Albés.
Ayer hubo un desayuno de trabajo en el 'Espacio Leli Rubiera', sala de prensa de Mareo, que el entrañable Carlos Andrés Llamas, actual director de comunicación, se resiste a llamarla correctamente. Su antecesor tiene un carisma y un cariño reconocido en este Real Club y su entorno. Si en su día Orlegi organizó una inauguración en consonancia con su figura, es ilógico que se esconda la denominación oficial.
El acto sirvió para presentar a Óscar Garro, 27 meses después de aterrizar en Mareo como director de fútbol base. Se apoyó en diapositivas y abundantes explicaciones de metodología. La oratoria es una virtud del Sporting de Orlegi. Según matizó, el objetivo no son los resultados, sino hacer jugadores. Pues adelante, ¡hágalos! La buena hornada de la que presume es heredada de los tiempos de Rogelio García.
El director del fútbol base, dominador del Excel y del Power Point, es un encantador de serpientes. También Gerardo García avaló lo injustificable. La suerte que tienen es que David Guerra no sabe de qué va esto y los que en teoría deben controlar la parcela deportiva están a mucha distancia y no se enteran de la fiesta. ¡Vaya panorama!
Cabría preguntarse si es cuestión de metodología el fichaje del central Jesús Fernández (24 años), baja en Mareo cuando era juvenil, llegado hace dos meses, rebotado de Primera RFEF en Ponferrada y Sabadell. Sólo fue citado una vez en el Sporting Atlético, sin debutar. Una torpeza más a la chabacana línea de fichajes para la base. Eso no se ve en las diapositivas.
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