Las carencias, los arbitrajes y las ilusiones

La trayectoria de los rojiblancos era buena, pero se deterioró con dos derrotas inesperadas ante dos colistas, con un nivel de fútbol decepcionante. En Miranda de Ebro, la imagen del Sporting en el segundo tiempo fue la que da alegrías, tras un primero bastante soso.

Esta tarde, sin Dubasin ni Otero, les tocará el turno a las alternativas, aunque ninguno de los que optan a jugar son titulares indiscutibles. Si Albés hace muchos cambios es porque algunos 'artistas' sólo convencen a ratos.

Esta temporada parece que hay mejor entrenador, pero peor plantilla, en comparación con el curso anterior. El problema sigue siendo el de los encargados de fichar, Gerardo García, Villaseñor y demás, técnicos de nuevo cuño o sin trayectoria, más los peritos futbolísticos que desde México controlan el envío de pufos.

Irarragorri no se cansa de decir que se está construyendo un gran futuro. Poco sabe de fútbol. De dinero también anda muy escaso. El fútbol base gijonés sigue sin cobrar y los acreedores multiplican sus reclamaciones de pago. Obras, servicios, comidas y un largo etcétera. Lo sufre Guillermo Sampedro, director financiero, quien le toca esconderse o decir que les digan eso de 'vuelve usted mañana'. Como no haya un resurgimiento deportivo importante, el futuro del Sporting no está claro.

Otro asunto son los árbitros. ¡Con la iglesia hemos topado! El colegiado de Cartagena vuelve a la actividad sin castigo. El patinazo en el penalti de Cartagonova fue censurado hasta por los comités disciplinarios de la RFEF, pero el punto no se lo devuelven al Sporting. Todo lo contrario, porque el derribo a Dubasin en Miranda de Ebro no señalado fue sangrante, aunque no tuvo más repercusión que el cabreo de los rojiblancos. Entre los incompetentes árbitros de campo y los negligentes del VAR llevamos una racha de perjuicios graves al Sporting.

La única medida efectiva es marcar un gol más que el rival, para no depender de deslices de los trencillas. Ese objetivo es factible con un Sporting como el del segundo tiempo en Anduva, porque el de la primera parte puede servir para aspirar a un empate y la imagen de Cartagena es propia de derrota. Albés no quedó insatisfecho del 1-3 ante el Racing de Ferrol, pero con una delantera tan torpe en el remate es complicado esperar triunfos.

Esta tarde, El Molinón volverá a vestirse de gala. La afición nunca falla. Esperemos que Albés acierte, como en el segundo tiempo de Miranda, y los atletas rojiblancos se muevan con más fútbol que cansancio a la vera del Piles, en la visita del irregular Málaga, el equipo que más empata.