La confianza se gana en el césped
El vestuario del Sporting es el primero que mantiene la fe en reengancharse con la zona de 'play off', aunque ahora hasta Albés la ve ... lejos. A ocho puntos del sexto, con 48 en juego, todo es posible, pero con muchos rivales por delante y por detrás. El Dépor, Zaragoza o Cádiz también piensan en un campanazo.
Los empates valen poco. La forma de remontar el vuelo es con triunfos. El primer escollo es en el Ciutat de Valencia, ante un Levante irregular que conserva poso de Primera, con algunos ilustres veteranos.
El raquítico punto que sumó el Sporting ante el Eibar, con un ataque torpe, fue un freno a la ilusión. Con el paso de los días se recupera algo. Desde la cúpula siempre se habla en positivo, pero con poco realismo. Hay que vender el producto. En sus alocuciones, David Guerra siempre pide confianza. Eso se gana en el césped, con marcadores favorables, no hablando.
El partido de mañana no será clave, pero sí importante para el futuro del Sporting esta temporada. Ahora, los rojiblancos están en zona de nadie, con una situación insulsa. Los 'artistas' son los únicos que pueden cambiarla.
Rubén Albés llegó con una buena carta de presentación y tuvo un buen inicio, pero el fútbol es cambiante. El técnico gallego parece afectado por la trayectoria del equipo, con una plantilla que no se ajusta a lo que se le prometió en la reunión de Washington. Por eso no habla de seguir más allá de junio, ni de las planificaciones mexicanas. Su aturdimiento se refleja en el equipo. Últimamente no da con la tecla en el centro del campo y adelante acusa la falta de un delantero centro de verdad. En la rueda de prensa de ayer enseñó una imagen de preocupación. No es para menos, pero esa desazón se arregla con triunfos.
La semana fue de algarabía en Mareo por las victorias de los dos primeros filiales. El Sporting Atlético tiene mañana un derbi interesante ante el Vetusta. Las distancias son importantes y perece que queda la lucha por la segunda plaza, con la liguilla de ascenso virtualmente asegurada. Por su parte, el absurdo Sporting C, en Regional, tiene que ganarse un puesto entre los tres primeros. Ahora es cuarto. El primer objetivo de Óscar Garro como director de Mareo es el doble ascenso. El nivel de fútbol ofrecido por ambos es calamitoso. Ser resultadista en un club de cantera no se valora y menos con dos equipos tan vulgares en sus categorías.
Para la formación de jugadores que puedan dar el salto al primer equipo, Zulaika recomienda paciencia. Haría falta mucha, después de ver cómo juega su descompensado equipo, con una mayoría de jugadores fuera de sitio y una imagen que baja la moral al mejor aficionado.
La cúpula del Sporting se vanagloria del efecto Mareo con las últimas renovaciones de canteranos, todos de la época de Manolo Sánchez Murias. Al primer equipo, en tres años, no llegó aún ninguno de la etapa de Garro. Como para presumir.
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